En la fase de consumo y utilización La industria de los plásticos está optimizando los recursos naturales, ya que emplea sus propias aplicaciones y sustituye otros materiales cuya utilización supone una mayor incidencia sobre el entorno. Por ejemplo, en la elaboración de una taza, se consume 13 veces menos electricidad y 15 veces menos sustancias químicas, que en la fabricación de una realizada con otro material. Por otro lado, los plásticos han introducido un abaratamiento en el sector del transporte. Según la Asociación Europea de Productores de Plásticos (APME), las botellas de plástico que se sirven en los aviones, suponen el ahorro de 1 millón de pesetas en combustible por su escaso peso, disminución de peso que también se puede conseguir combinando diferentes tipos de plásticos para reemplazar un único material plástico. Una bolsa de poliamida/polietileno utilizado para empaquetar un trozo de 200 gramos de queso pesa 3,55 grs. Sí sólo se utilizara Polietileno, el envase tendría que ser 258 veces más pesado y 200 veces más grueso. En la fase tratamiento de residuos En España, existen actualmente un total de 108 empresas dedicadas al reciclaje de residuos plásticos, que durante el año 2000 reciclaron mayor cantidad de material plástico. Actualmente, los plásticos representan sólo el 7% de los residuos sólidos urbanos. El reciclaje se ha convertido en uno de los principales objetivos de esta industria al ser la vía más segura, tanto para la economía, como para el medio ambiente. En la actualidad se está recuperando un 25% del total de los residuos plásticos generados en nuestro país, lo que supone unas 460.503 toneladas. Además, también se reciclan residuos procedentes de otras aplicaciones. Según Cicloplast, S.A., el reciclado pasó de un 14,4% en 1999 a un 17,1% en 2000 en España, con lo que se cumple con creces el objetivo legal del 10% de reciclado en el año 2000. A estos datos se añade la iniciativa de reciclaje, que viene desarrollando al respecto la Unión Europea sobre la necesidad de fomentar la recogida selectiva y reutilización de plásticos, evitando que queden depositados en los vertederos. Así, ante la entrada en vigor el 1 de mayo de 1998 de la Ley de Envases y Embalajes, ANAIP mostró una disposición muy favorable a la mencionada norma legal, por recoger posturas del sector como son la reducción en origen, la gestión integral de los residuos plásticos, la valorización energética y la no incineración sin control. Las alternativas que apoya el sector para tratar los residuos de envases son los reciclado. Por un lado está el mecánico, que permite la obtención de un nuevo polímero, y por otro el químico, que permite retornar a las materias básicas petroquímicas de origen. Por último, se encuentra la recuperación energética aplicando una u otra técnica en función del tipo, forma, grado de suciedad, etc. del envase de plástico. Para ello la industria realiza un Análisis del Ciclo de Vida de estos materiales que permitirá evaluar el impacto ambiental del envase, desde su fabricación hasta su eliminación final, para lo cual evalúa el consumo energético y de material que se realiza en distintas fases. ANAIP pone de manifiesto que los envases y embalajes constituyen un factor de progreso porque debido a su ligereza suponen un ahorro de materia prima y combustible en el transporte, representan una fuente de energía alternativa a otros combustibles, pueden reutilizarse, son prácticamente irrompibles, permiten la distribución segura de los productos y son higiénicos y seguros. Como se ha mencionado antes, otra posibilidad dentro de la gestión de los residuos plásticos urbanos, es la recuperación energética a través de la incineración. Los plásticos pueden quemarse, y el calor que producen puede usarse para la calefacción o para la obtención de energía eléctrica. El 30% de la energía proveniente de la incineración, tiene su origen en el 7% de los residuos plásticos. Además, hay que tener en cuenta que el impacto de la incineración en el medio ambiente es mínimo. Si los residuos plásticos europeos se incinerasen, supondrían el 25% de las necesidades eléctricas, lo que reduciría a la mitad las importaciones de carbón. Europa quema cada año 27 millones de toneladas de residuos para producir energía calorífica. En Suecia se cubre el 15% de la energía necesaria para las calefacciones mediante la incineración del 56% de sus residuos plásticos, mientras que Suiza es el país del Viejo Continente que más energía recupera, con un 72%, siguiéndole Dinamarca con el 62%. ANAIP considera que la bondad ecológica de un envase plástico o el análisis de las distintas alternativas de gestión para un residuo de envase plástico, deberán siempre considerarse aplicando la técnica del Análisis de Ciclo de Vida, que permite evaluar -de una manera objetiva desde el punto de vista ambiental-, el impacto total a lo largo de la vida del envase, desde su fabricación hasta su eliminación final, estudiando el consumo energético y de material en cada una de las etapas intermedias. La preocupación por el medio ambiente. Cicloplast Como respuesta a la preocupación del sector por proteger el medio ambiente, ANAIP promovió el 18 de noviembre de 1996, y ante la aparición de la Ley de Envases y sus Residuos, la creación de Cicloplast. Esta sociedad es desde su entrada en funcionamiento, la responsable de promover y coordinar la gestión de los residuos plásticos en España, así como de asesorar a los organismos que se verán necesariamente implicados en la recogida y recuperación de los residuos de envases y embalajes plásticos. El objetivo de Cicloplast es promover una adecuada gestión de los residuos de plásticos, en cualquiera de sus aplicaciones: envases, construcción, automóviles, etc., de manera que pueda ser el punto de encuentro del sector, permitiendo aunar los valiosos esfuerzos que hasta ahora se habían llevado a cabo, aunque de una manera individual y dispersa. ir a medio ambiente: gestión de residuos