Los países de la Unión Europea alcanzaron ayer un acuerdo para reformar la organización común del mercado del vino que, en términos generales, mantiene los fondos agrícolas para este sector, las ayudas a la destilación por un periodo transitorio, tanto para la de crisis como para la producción de licores y brandys, y retrasa hasta 2018 la abolición del sistema de derechos de plantaciones para su liberalización. Éstos son algunos de los puntos que figuran en el documento que adoptó este miércoles el Consejo de Agricultura y Pesca por mayoría cualificada, con el voto en contra de Malta y Dinamarca y la abstención de Estonia. La reforma entrará en vigor en agosto de 2009 en lugar de en agosto de 2008. La comisaria de Agricultura, Mariann Fischer Boel, señaló que "ha sido un viaje muy largo desde el verano de 2006", cuando presentó su primer documento sobre la reforma que fue rechazado mayoritariamente por los Estados miembros. Por su parte, la ministra española de Agricultura y Pesca, Elena Espinosa, manifestó en su "satisfacción" porque la nueva OCM da solución a todos los problemas que había en las diferentes producciones del sector. Espinosa añadió, además, que se abre un periodo de consolidar esa situación del sector que existe hoy día y aseguró que España, paso a paso y a lo largo de casi dos años ha conseguido todos los objetivos que se había planteado desde el principio de la reforma.