De ahí que el interés de Andalucía, compartido por el resto de las principales Comunidades Autónomas productoras- sea el mantenimiento del status de la OCM actual y la introducción de modificaciones que permitan al sector enfrentarse a los retos de futuro, como la ampliación de la UE, las limitaciones presupuestarias de la PAC y los compromisos de la OMC. A ello se añaden aspectos relacionados con nuevos hábitos de consumo de la población, así como la creciente demanda de productos de calidad y respetuosos con el medioambiente. El consejero explicó que para afrontar estos retos, las comunidades autónomas implicadas proponen entre otros, fomentar las Organizaciones de Productores; reforzar los Fondos y los Programas Operativos, aumentando su nivel de ayuda, simplificando su gestión y fomentando el asociacionismo; y mejorar sustancialmente el mecanismo de retirada, como herramienta coyuntural que permite la estabilidad de los precios y la regulación del mercado tanto en campaña como en crisis graves fundamentalmente. Del mismo modo, se pretende la mejora del sistema de ayudas a la transformación con el fin de consolidar una industria hortofrutícola estratégica para el sector y para las zonas rurales donde se insertan; minimizar los efectos de las relaciones comerciales de la Unión Europea con terceros países e impulsar normativas destinadas al fomento de las producciones compatibles con el medio ambiente y la creación de planes de reestructuración y reconversión del sector. En cuanto a los cítricos con destino a transformación, el régimen actual pretende garantizar a la industria materia prima suficiente en calidad y cantidad. Por su parte, en lo relativo a transformados (cítricos, tomates, algunas frutas dulces y pasas), la principal novedad del borrador de propuesta es que se desvinculan las ayudas de la producción. En este sentido, se propone convertir las ayudas actuales a la transformación, a la retirada y las restituciones a la exportación, en ayudas por superficie, al considerar que pertenecen a la caja ámbar de la OMC e incluirlas en el régimen de pago único.