Australia, Sudamérica, China, California... las extensiones que hasta ahora había conquistado el olivo, una especie rotundamente mediterránea, ya resultaban exóticas, pero han quedado en nada comparadas con la nueva ‘adquisición’. Las agencias de información de buena parte del planeta se han hecho eco de la iniciativa de un pequeño agricultor de Devon, en el suroeste de Inglaterra, que ha sacado partido de las consecuencias del cambio climático y ha creado el primer olivar en suelo británico. El objetivo de Mark Diacono –que así se llama el productor– es obtener en unos cinco años el primer aceite de oliva ‘made in’ el Reino Unido, a partir del fruto de los 120 olivos que ha hecho traer de las colinas de la Toscana, en Italia. Según Diacono, las temperaturas del país son cada vez más adecuadas para el cultivo de olivos. No en vano, la temperatura media en el Reino Unido ha subido un grado centígrado desde 1900, y la temporada de cultivo se ha visto prolongada en un mes. Julián Cuevas, profesor del departamento de Producción Vegetal de la Universidad de Almería (UAL), confirma que el cultivo de muchas especies vegetales se está extendiendo a zonas en las que tradicionalmente no se daba. No sólo los cultivos mediterráneos están traspasando fronteras, sino que, sin ir más lejos, en Almería hay quienes cultivan especies tropicales, cactus comestibles o lichis.