El estrés de vida acumulado en España o el cambio de los núcleos familiares pasando de numerosos miembros a hogares unipersonales o de dos personas, así como, la necesidad de las grandes cadenas de distribución de suministrar al cliente la compra y el consumo de estos productos, ha facilitado el aumento progresivo del consumo de frutas y hortalizas lavadas, cortadas y envasadas, sobre todo en ensaladas. Así en los dos últimos años se ha producido un crecimiento del 71% de las variedades de IV Gama, lo que se ha traducido en un aumento del consumo de productos frescos como las frutas y hortalizas. Además, la preocupación por la salud y la obesidad alienta el consumo de productos frescos y favorece el de frutas y hortalizas, indicó el presidente del comité de Frutas y Hortalizas de AECOC, Joaquín Ballester. El comprador de productos de cuarta gama se encuentra en hogares con amas de casa de entre 35 y 49 años, de clase socioeconómica media-alta, con presencia de niños de 6 a 15 años y que están situados en hábitats urbanos. El sector busca nuevos nichos de mercado para las frutas que pueden encontrarse en el momento del desayuno y cuya introducción "haría crecer el consumo de frutas de forma muy importante", según explicó uno de los expertos participantes en el Congreso, el director de Cuentas de TNS Worldpanel, César Valencoso. Respecto a la producción de frutas y hortalizas, Santiso destacó que las nuevas variedades y técnicas de producción han permitido alargar las cosechas, mientras que la distribución se ha esforzado en buscar nuevas presentaciones, más atractivas y cómodas y aportando soluciones alternativas al tradicional consumo en fresco.