-Entrada del producto en almacén: aquí se realiza el primer control de calidad que es a través de un chequeo de la calidad de la partida de hortalizas donde se evalúan las características de color, uniformidad, maduración, limpieza y posibles daños en el fruto. Cada partida de entrada de producto de un agricultor recibe un número de identificación correlativo por albarán con su fecha correspondiente. Se utiliza un código de colores en los albaranes que durante el proceso servirán como tarjetas de identificación de las partidas. -Almacenamiento antes de confección: los productos de superficies controladas se acopian todas en el mismo lugar pero diferentes al de las partidas procedentes de producción no controlada o de compra a terceros. -Limpieza, clasificación y envasado: en el proceso de limpieza y clasificación se tiene en cuenta la procedencia de las partidas a la hora de llevarlas a la línea de envasado. Primeramente toda la producción controlada es la que se manipula, y posteriormente la no controlada. Cuando llega una nueva partida se paran las líneas de envasado que se necesiten utilizar, se busca la copia de albarán de identificación de la partida y se entrega al responsable que informa a las envasadoras y encargados del suministro de cajas y etiquetas del cambio realizado y se cerciora de que todo el material y el personal está preparado. La copia del albarán se coloca al principio de la línea de envasado y e un lugar visible y se compruebas que no quedan restos de anteriores partidas en la línea de envasado y se pone en marcha el proceso de envasado. -Marcado: sólo se marcan con AENOR las cajas de producto que proceden en su totalidad de zonas controlada por el sistema de certificación y no son de categoría inferior a primera. Y se pasa al segundo control de calidad que se hace con el producto envasado y antes de su expedición se realiza un control más exhaustivo, en el cual se comprobará que el producto ha sido correctamente etiquetado que todos los controles anteriores se han realizado cumpliendo las especificaciones de la empresa. -Comercialización, contabilidad y fiscalidad: los productos certificados son tratados en todo momento del proceso técnico, administrativo y de comercialización como un producto distinto, de forma que en cualquier momento se puede conocer si el volumen de producto comercializado con marca AENOR se corresponde con las entradas. AECOC Asociación Española de Codificación Comercial de la que es miembro Coexphal, ha aprobado una solución de trazabilidad al sector hortofrutícola basada en el código EAN-UCC 128, que abarca la parte de la cadena desde la confección hasta el consumidor final. Para ANECOC la trazabilidad es la capacidad de seguir un producto a lo largo de la cadena de suministros. AECOC ha publicado una guía de aplicación del sistema estándar de codificación y trazabilidad EAN-UC en el sector hortofrutícola, donde recomienda el etiquetado de la fruta y hortalizas mediante un código de barras estándar de unidades y agrupaciones, con la finalidad de automatizar procesos de paso por caja, expedición y recepción de mercancías y almacenamiento de las mismas. El cliente es quien da la oportunidad de ser mejor, de evolucionar, de mantener una competitividad, de satisfacer al mercado más exigente y además de intentar diferenciarse de las ofertas alternativas. En Almería la distribución está enseñando a trabajar a los productores desde hace mucho tiempo. Producir con calidad con todos los requisitos de los mercados supone proporcionar un valor añadido a los productos, para ser más competentes, para hacer más fácil y segura la elección al cliente, para facilitar la venta de nuestras hortalizas al poder hacer mejor publicidad de ellas. Un producto hortícola de calidad cumple con las exigencias de sabor, color, calibre, peso, homogeneidad, además se requiere que sea un producto limpio de residuos químicos, que respete el medio ambiente y que garantice la salud y seguridad de los productores. La implantación de un sistema de control y trazabilidad definido, normalizado y certificado de un producto de calidad supone una serie de ventajas para el conjunto de la sociedad. Por un lado para el productor porque obtiene un producto garantizado y con mayor valor añadido. Para el consumidor se le garantiza un producto saludable, mediante la reducción de los residuos de productos fitosanitarios en el producto que consume y un control independiente de todo el proceso productivo. A la sociedad en general se le garantiza la contribución del sector al bienestar, se reduce el empleo de insumos químicos y se favorece el control integrado. M. Belén Garre ir a calidad y seguridad alimentaria