El Departamento de Control de Plagas de Coexphal no sólo está investigando para conseguir un producto microbiológico capaz de combatir la ‘rosquilla verde’, sino que, dada la importancia que está cobrando la lucha biológica, está buscando nuevos insectos auxiliares capaces de combatir esta plaga del campo almeriense. En este sentido, comenta Jam van der Blom que «en invernaderos donde hay parasitismo, es decir, donde hay muchas orugas, encontramos capullos de seda de unos tres milímetros de los que nace una avispa. Esta avispa parasita a las orugas poniendo un huevo dentro de ellas. Ahí se desarrolla la larva de la avispa y, por tanto, la oruga se muere». Pues bien, según el técnico de Coexphal, existe la posibilidad de seleccionar alguna de estas especies para criarla e introducirla en los invernaderos. Sobre esto se está investigando y, según van der Blom, «quizás podamos disponer también de algún enemigo natural de la oruga».