El 93 por cien de las fresas tempranas de las siete cadenas de supermercados más grandes de Alemania contienen residuos de pesticidas tóxicos. Se trata del más alto porcentaje encontrado en la oferta de las cadenas Aldi, Edeka, Lidl, Metro (incluidas Real y Kaufhof), Rewe (con Penny y Karstadt), Spar y Tengelmann/Plus desde el inicio de los tests del “Greenpeace-EinkaufsNetz” (“cesta de compra de Greenpeace”) en 2003. Además, en el 70 por cien del total de las 27 muestras examinadas se descubrieron residuos de más de uno y hasta cinco pesticidas que suponen un riesgo para la salud difícil de estimar. Todas las fresas provenían de cultivos convencionales de España y Marruecos. La disminución de la cuota de muestras del actual test que sobrepasaron los límites de residuos permitidos no es real. El 3,7 por cien de las fresas que se analizaron a principios de marzo estaban encima de los límites establecidos por la vigente legislación. El hecho de que Greenpeace encontrara menos casos de incumplimiento de los límites máximos a pesar de la subida de los casos de residuos de pesticidas se debe a que el Ministerio de Protección del Consumidor, en repetidos casos, ha respondido a solicitudes de España, primer exportador de fresas tempranas, subiendo los límites máximos de residuos de pesticidas frecuentemente utilizados, en algunos casos aumentando el valor hasta veinte veces el anterior. Entre esos pesticidas, se encuentran también materias activas especialmente peligrosas como el cancerinógeno Kresoxim-Methyl. Si Greenpeace hubiera valorado las fresas en base a los límites máximos más estrictos de 2003, el porcentaje de incumplimientos de los máximos de residuos de venenos agrícolas sería de un 29,6 por cien, es decir casi diez veces más alto y por tanto más alto que en todos los tests de fresas que Greenpeace ha realizado hasta ahora. En 2004, Greenpeace había detectado incumplimientos de los límites máximos en el nueve por cien, en 2003 en el 25 por cien. Aún con la versión actual del reglamento “maquillado”, una muestra de fresas presentaba un contenido elevado. Proviene del productor español S.A.T. Grufesa y fue comprada en Karstadt en Colonia. “La Sra. Künast debe cooperar con los estados federales para intensificar los pocos rígidos controles de productos alimenticios y de esa manera conseguir “Calidad en vez de cantidad” que ella misma prometió. Simplemente subir los límites máximos es un escándalo para la protección del consumidor”, según la crítica del experto en química de Greenpeace, Sr. Manfred Krautter. “Des esta manera, la ministra les hace un favor a aquellos productores de fresas que utilizan especialmente muchos pesticidas. Sin embargo, el consumidor tiene cada vez más venenos agrícolas legales en su plato. Los productos biológicos en cada caso son la elección más acertada.” según recomienda el Sr. Krautter. En octubre de 2004, como parte de su programa de reducción de pesticidas, la Ministra de Protección del Consumidor, Dña. Renate Künast había anunciado su objetivo de reducir los casos de incumplimiento de los límites máximos en alimentos de origen vegetal del actual 9% al 1%. Greenpeace exige a las instituciones federales y a las de los estados federales el final inmediato de las subidas de límites máximos y eficientes controles en el comercio. Colaboradores de la “Cesta de Compra de Greenpeace” habían comprado fresas en las ciudades de Hamburgo, Colonia, Stuttgart, Lipcia, Frankfurt, Kassel und Nuremberg que fueron analizadas en un reconocido laboratorio especializado. Los resultados de los análisis han sido publicados en www.einkaufsnetz.org.