La lucha biológica, y concretamente el uso de organismos de control biológico, también denominados organismos auxiliares, es junto con las medidas preventivas y culturales, y el uso racional de productos químicos, el trípode en el que se sustentan el control de plagas común a todos los protocolos de producción de calidad. Estos tres aspectos se conocen como Producción Integrada y este método de cultivo ya se ha puesto en marcha en diversas regiones agrícola de España tales como Almería, que cuenta con 8.000 hectáreas de control integrado. Aunque la Producción Integrada intenta acabar con el uso de productos químicos en los cultivos y fomentar los métodos naturales, lo cierto es que también permite el uso de fitosanitarios, siempre y cuando se hagan de un modo racional y con sustancias que no estén limitadas o prohibidas. Así, la resolución de dieciocho de octubre de 2004 de la Dirección General de Agricultura establece la lista de sustancias activas de productos fitosanitarios autorizados para su empleo en la Producción Integrada de productos hortícolas. Esta nueva resolución establece el listado de las sustancias químicas para controlar distintas enfermedades, virus y patógenos como la araña roja, el trips, mosca blanca, pulgones, nematodos, mildiu, gusanos del suelo, minadores de hoja, que se pueden emplear en los cultivos de pimiento, tomate, lechuga, pepino y melón bajo Producción Integrada.