El Ministerio de Agricultura impulsará en los próximos meses el anteproyecto de Ley de Desarrollo Rural, que tiene como objetivo mejorar rentas y fijar población. El Ejecutivo quiere acelerar su tramitación, aprobar el texto este mismo año e iniciar su desarollo reglamentario antes de que acabe la legislatura. La Ley de Orientación de la Agricultura y el Desarrollo Rural era uno de los ejes del programa electoral agrario de los socialistas. Al final, sin embargo, el Gobierno ha optado por elaborar dos normas: una ley de Orientación Agraria y otra de Desarrollo Rural. Este último texto quiere implicar a todas las administraciones. Para los responsables de Agricultura, los problemas del medio rural y las soluciones se deben abordar de forma global, desde los relacionados con la actividad agraria a cuestiones de seguridad, servicios, infraestructuras, asistencia social, infraestructuras, sanidad o educación. Para fijar población agraria se considera indispensable ofrecer servicios similares a los que disfrutan los ciudadanos de la ciudad. Esta falta de infraestructuras supone en la actualidad que en muchas zonas rurales los habitantes paguen por los productos alimentarios un precio más elevado que el que existe en los grandes centros de distribución urbanos.