Conclusiones Los resultados obtenidos hasta la fecha son de naturaleza genética, fisiológica y en estos momentos la Ual está inmersa en un proyecto a nivel nacional en el cual participan un total de once grupos españoles procedentes no sólo de universidades públicas, sino también del Consejo Superior de Investigación Científicas. Las conclusiones finales de esta investigación se darán a conocer en el plazo de dos o tres años. Rafael Lozano avanza que ya se tienen algunos resultados y consisten en conocer cómo las nuevas variedades pueden ser portadoras de caracteres que tengan la función de prevención de enfermedades degenerativas o de origen vascular. «Lo importante no es que una variedad pueda tener mayor o menor contenido en licopenos, sino que esa variedad sea capaz de mantener la calidad del fruto de manera constante», explica el catedrático de la Ual. Así, Lozano añade que esta constancia no debería ser dependiente de factores ambientales o de la forma de cultivo, del tipo de abonado o de las condiciones del invernadero. «Estos caracteres convendría que fueran hereditarios para reconocerlos y para ello no hay nada mejor que estudiar los genes implicados en la biosíntesis de esos compuestos», amplía el investigador. Otros de los grupos de investigación de este proyecto nacional se centra en el estudio de una colección de moléculas implicadas en el sabor y en la acumulación de compuestos antioxidantes. Como conclusión final, los expertos dispondrán de un conjunto de resultados tanto de origen genético, como fisiológico, que serán los que finalmente mejorarán y podrán utilizar las casas de semillas para lograr un mayor valor agronómico, y lograr también nuevas variedades que tengan estos caracteres de forma constitutiva. Asimismo el investigador descarta que este estudio ayude al tomate a ser más resistente a plagas, puesto que en este caso lo que pretenden es analizar y entender los caracteres que son de calidad de fruto. «A pesar de esto, alguna de las herramientas que trabajamos tienen interés en la protección ante plagas, pero este asunto será secundario», explica Lozano. El estudio de la Ual comenzó con el tomate porque es una especie modelo a nivel europeo y muy importante en los cultivos bajo plástico de Almería. «Existe un Consorcio Internacional en el que participan diez países cuyo objetivo final es conocer todo el genoma del tomate», destaca el responsable de esta línea de investigación. Uno de los aspectos más interesantes reside en que los resultados serán directamente aplicables a las especies de la misma familia como son el pimiento y la berenjena. El proyecto en el que están involucrados los investigadores de la Ual y dentro de la Fundación Genoma, tiene una duración hasta 2008 pero junto a los aspectos que van surgiendo de naturaleza aplicada «seguro que también surgirán resultados de investigación básica y que abran puertas a futuros estudios». Eunate Serrano