El presidente de la Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore), Andrés del Campo, ha acusado al Gobierno y a los ecologistas de ofrecer una ''visión catastrofista'' de la gestión y uso que los regantes hacen del agua de España. Los agricultores son calificados de ''despilfarradores'' y ''consumidores irresponsables de agua'', por ello del Campo teme que estas ''medias verdades'' conduzcan al error y propicien la creación de un ''ambiente universal de falsedad, que es el que vivimos, probablemente, con el mundo del agua.'' Durante el Congreso del Sesquicentenario del Colegio de Ingenieros Agrónomos de Madrid, del Campo ha lamentado la corriente de opinión pública que se está creando, nefasta para los agricultores regantes. Ha desmentido la incompatibilidad entre el respeto a la naturaleza y el uso del agua para riego. Gracias al regadío se aporta oxígeno a la atmósfera, se absorbe el CO2, se reduce la erosión y la desertización por medio de la capa vegetal y proporciona la fijación de población al territorio y la diversidad de cultivos en las áreas regadas. Hoy en día, el 70 por ciento del agua disponible en el mundo se emplea para el uso agrícola. La Federación de Regantes es consciente de la sequía que azota al país y de la necesidad de buscar alternativas a través de la construcción de presas, desaladoras y trasvases entre cuencas excedentarias. Sin embargo, el presidente ha aclarado que la propuesta de los regantes no es la construcción ''indiscriminada'', sino ''realizar estas obras de una modo controlado y planificado.''