La presencia de los productos almerienses en los mercados europeos ha sido y es bastante amplia; sin embargo en los últimos años la producción de Almería se está viendo desbancada por la del país alauita. La presencia de los productos hortícolas almerienses en los mercados exteriores es ya tradicional puesto que, según el informe, viene produciéndose desde mediados de los ochenta. Mientras que la de los productos marroquíes es mucho más reciente al tener lugar solo desde mediados de los noventa. Si se hace un análisis comparado de la exportación hortícola almeriense con la marroquí se puede apreciar que mientras que en Agadir existen 15 grupos que se dedican a la exportación de productos hortícolas, en la provincia hay un total de setenta. La cartera de productos de los grupos exportadores de Agadir es reducida, de manera que cinco de ellos exportan únicamente tomate y sólo dos ofrecen más de tres productos. En el caso de Almería el número de productos comercializados por cada grupo exportador de Almería es bastante amplio en torno a ocho, aunque suelen estar especializados en dos o tres que representan el grueso del volumen vendido. Por otro lado, la creciente demanda de estándares de calidad cada vez más estrictos en relación con los límites máximos permitidos de residuos químicos en los productos, hace que las hortalizas sean sometidas a un riguroso control por igual en ambas regiones. En Agadir es efectuado por el Establecimiento Autónomo de Control y Coordinación de las Exportaciones en un laboratorio acreditado por la Unión Europea; mientras que en el caso de Almería, la Junta de Andalucía es la encargada de controlar el cumplimiento de la normativa sobre Límites Máximos de Residuos a través de sus laboratorios acreditados. Por otro lado, según el informe de Unicaja, el número de marcas es excesivo tanto en Agadir como en Almería. Así en la provincia marroquí cada grupo exportador emplea varias marcas en función del centro de acondicionamiento que suministra el género, de la calidad de la producción y del mercado de destino. De igual manera en Almería cada grupo exportador emplea varias marcas (una media de tres) al objeto de diferenciar calidades de los productos y clientes. Las acciones de promoción y publicidad son muy escasas en ambas regiones, limitándose la mayoría de los grupos exportadores al empleo de anuncios en publicaciones especializadas o a la colaboración en campañas publicitarias genéricas. En cuanto al medio de transporte el utilizado de forma mayoritaria en Agadir para la exportación de hortalizas a los mercados exteriores es el transporte terrestre a través de camiones frigoríficos de gran tonelaje al igual que ocurre con Almería. El marítimo ha quedado relegado a un papel marginal para realizar los envíos a Rusia. El transporte por carretera también es la modalidad absolutamente dominante a la hora de trasladar las hortalizas desde Almería hasta los mercados europeos, por la inexistencia de una red de ferrocarril eficiente, de líneas marítimas que efectúen ese trayecto y porque el transporte aéreo se utiliza para el envío de hortalizas al mercado norteamericano y canadiense. De esta comparación establecida se puede observar que los productores de Almería se enfrentan a un país con un potencial de producción hortofrutícola igual que el de la provincia. Por este motivo, según el informe de Unicaja, se debe considerar la posibilidad de establecer alianzas comerciales con el país alauita. M. CARMEN CEREZUELA