–¿Cuáles han sido los aspectos más positivos de la campaña que acaba de quedar atrás? –A pesar de los malos resultados con respecto a campañas anteriores, sí que ha habido una serie de iniciativas que van en la línea de lo que debe perseguir el sector hortofrutícola de la provincia. Por ejemplo, la fusión de las cooperativas Ejidoverde y Agromurgi es algo positivo, debido a que han buscado la concentración de la oferta. Otro elemento positivo es la concienciación dentro del sector agrario de la necesidad que existe ahora mismo de adoptar una serie de medidas en producción más limpia con control biológico de plagas; la necesidad de que nuestros productos tengan una calidad diferenciadora respecto a otras producciones; y resaltaría la concienciación del sector por constituir una Interprofesional, aunque estos caminos hayan quedado un poco atascados. –¿En qué se ha fallado? –La falta de regulación de nuestras producciones produce cierta anarquía y desconocimiento a la hora de entrar en un mercado determinado. La falta de concentración de la oferta, la falta de un elemento que aglutine las decisiones del sector hortícola como puede ser la Interprofesional. También la modernización de las estructuras agrarias. Son aspectos negativos y a la vez objetivos que tenemos que mejorar y cumplir. El mercado es algo que debemos cuidar, porque sabemos qué nos demandan e incluso, respecto a terceros países, cuál es su capacidad en cuanto a cupos para introducir producto en Europa. Por ello debemos tener capacidad para ordenar nuestra producción, es decir, para saber qué volumen podemos producir y así mantener un precio determinado. Esto es básico. –¿Cómo se puede afrontar la competencia de otros países productores? –La competencia de Marruecos, por ejemplo, sí nos molesta, en el sentido de que ellos tienen la mano de obra más barata, pero en el momento que un país se esta desarrollando la mano de obra seguirá subiendo. El elemento que ahora es diferenciador, en un futuro va a equipararse con los países próximos. Entonces el elemento diferenciador lo tendremos nosotros, por ejemplo con el transporte marítimo que los separa. Creo que tenemos que pelear por una buena calidad de nuestros productos y que nadie cuestione ni ponga en duda que ningún producto de Almería es susceptible de crítica. Un producto de Almería debe de ser sinónimo de calidad. Además de la seriedad ante los mercados, la fusión de empresas es una salida para el sector. Lo que no puede haber es una oferta dispersa y que cuatro grandes empresas y cadenas de distribución jueguen con nosotros. El sector sabe que esto está pasando. –¿Existen reticencias entre los empresarios a afrontar la concentración de la oferta? –Yo creo que no, y además pienso que de cara a la próxima campaña se van a ver movimientos en este sentido. El sector no se puede quedar dormido, por lo que creo que va a ver iniciativas de diversos tipos. Hay miles de formas diferentes de hacer las cosas sin necesidad de perder la propia identidad. –¿Cómo se puede concienciar a los agricultores de que la agricultura ecológica es el futuro? –Este año ya hay previsto poner en cultivo 1.000 hectáreas que van a producir bajo control biológico de plagas. Si esta iniciativa funciona, supondrá una revolución en el sector hortícola de la provincia. –¿En definitiva, se puede afrontar el próximo año con buena cara? –Estamos hablando de un sector en el que, al igual que el pesquero, hay siempre cierta incertidumbre de los resultados. El sector tiene experiencia y sabe por dónde se pueden mover las cosas, por lo tanto creo que no hay que mirarlo con pesimismo. Los momentos en los que hay dificultad hay que afrontarlos con seriedad. «No se les da a los seguros la importancia que tienen» –El agricultor se encuentra en un momento en el que tiene que afrontar grandes inversiones económicas. ¿Cómo va a hacer frente a los gastos tras esta mala campaña en precios? –En Almería, el agrícola no es un sector que esté más endeudado que cualquier otro. Creo que se pueden afrontar los gastos sin graves problemas, aunque sí lógicamente con los típicos de esta actividad económica. Lo que es cierto que en la agricultura puede pasar de todo. Creo que en el sector agrícola de la provincia hay un elemento al que no se le da la importancia que hay que darle y son los seguros agrarios. Los seguros están financiados por la Administración en un 50 o 55%. Y a pesar de esto los agricultores siguen sin asegurar sus explotaciones. Es cierto que la Administración no puede estar pendiente de si hubiera una helada: si ese riesgo es susceptible de estar asegurado, no se puede reclamar a la Administración que lo solvente. Creo que la Administración está para cosas más serias que no están cubiertas por los seguros agrarios. Eunate Serrano