Este tipo de depuradoras tiene entre otras ventajas, como explica el ingeniero Javier Fábrega, creador del proyecto, que no produce olores, reduce el coste energético y sobre la misma se pueden construir invernaderos y jardines, gracias a una idea pionera que permite que el proceso de depuración de las aguas residuales se lleve a cabo a través de goteros y de grava, no precisando cloro ni otras sustancias. Este proyecto lo ha desarrollado la Consejería de Agricultura, aporta el 80% de la inversión y Agua de la Comunidad Autónoma de Murcia junto con la Universidad de esta región, que aporta el resto de la cuantía. Esta iniciativa se enmarca dentro de las distintas investigaciones que se están desarrollando desde Almería, Murcia y Valencia para aprovechar al máximo los recursos hídricos escasos del sudeste peninsular. En estas zonas eminentemente agrícola se aboga por un campo sostenible y se apuesta por la reutilización de las aguas. El consejero de Agricultura de Murcia Antonio Cerdá cree que los resultados de este proyecto de investigación se podrán aplicar a otras depuradoras. La inversión para la puesta en marcha de la depuradora es de 365.000 euros.