Andalucía, Murcia, Canarias y Valencia se han unido de la mano de Martín Soler, consejero de Agricultura y Pesca de Andalucía, para defender el tomate español, y ha sido en Almería. En la Delegación del Gobierno, Soler, con los consejeros de Murcia, Antonio Cerdá, Canarias, Pilar Merino, y el director general de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Valencia, Manuel Lainez, han firmado la "Declaración del Sector Español Productor y Exportador de Tomate Fresco", donde se recogen todas las exigencias que se le hacen a la Unión Europea acerca de la negociación con terceros países, más en concreto con Marruecos, coincidentes con las que el sector ha realizado en fechas recientes. El acuerdo será trasladado a los Ministerios de Medio Ambiente, Industria y Asuntos Exteriores. Estas cuatro Comunidades suponen el 90 por ciento de la producción de España, así como el 100 por cien de la exportación, con más de 2’3 millones de toneladas producidas y 884.000 exportadas. La amenaza que supone para la agricultura una posible liberalización del mercado con Marruecos, Soler indica que sólo en Andalucía hasta un 17 por ciento de la renta agraria por campaña de Andalucía se verá resentida, unida a lo que consideran que es un incumplimiento continuado de cupos y precios de entrada, ha hecho que las cuatro potencias del tomate decidan luchar juntas en pos de conseguir que Mariann Fischer Boel, la Comisaria Europea de Agricultura atienda a las necesidades de los productores comunitarios. Poco antes, los agricultores de toda Europa remitieron a Fischer un escrito de similar contenido. Los datos son tajantes. Andalucía, especialmente Granada y Almería, produce 800.000 toneladas en 10.000 hectáreas, con un valor de comercialización de 2.300 millones de euros, siendo el tomate su principal producto. En Murcia hace cuatro años eran 225.000 toneladas, ahora sólo 150.000, reduciéndose de 4.500 a 3.000 las hectáreas de cultivo.