El viaje realizado por el consejero de Agricultura, Martín Soler, la semana pasada a Bruselas y en el que se entrevistó con la comisaria de Agricultura Mariann Fischer Böel, parece no haber caído en ‘saco roto’. En el encuentro, Soler trasladó a la comisaria la postura de la Junta ante el reinicio de las negociaciones con Marruecos en materia de acuerdos preferenciales y, más tarde, Fischer Böel ha hecho pública la necesidad de mantener los precios mínimos de entrada actuales impuestos a las importaciones de frutas y hortalizas, como el tomate, procedentes de Marruecos. El hecho lo ha calificado de «crucial», para el futuro de la producción europea. En este sentido, la comisaria aseguró que uno de los puntos más delicados para retomar las negociaciones con el país norteafricano es petición expresa marroquí de concesiones para sus envíos de frutas y hortalizas, como el tomate. Entre los principales asuntos de discusión, destaca el calendario de exportación del tomate marroquí al mercado europeo, además de las cuotas establecidas. Asimismo, sobre las negociaciones apuntó, durante el Consejo Informal de Agricultura, que «las discusiones con Marruecos son muy sensibles al tratarse de un país cercano a España». La comisaria insistió en que «es difícil la negociación», más que con otros países del Mediterráneo, como Israel o Egipto. Desde la Junta consideran beneficioso para el sector andaluz de frutas y hortalizas que la comisaria se haya convencido de esta teoría y defienda en el futuro acuerdo los intereses de los agricultores andaluces.