La Comisión Europea pondrá en marcha un observatorio europeo de precios de los alimentos, para tratar de reducir la especulación en los mercados y hacer un seguimiento más preciso en productos con mayores problemas como la leche o la carne de cerdo. El Ejecutivo comunitario publicará el próximo miércoles una primera versión de ese tipo de observatorio, junto con un conjunto de propuestas para tratar de corregir los abusos en los márgenes de precios entre el origen y el consumidor en la cadena de producción alimentaria, según un borrador.

Bruselas comenzará esta iniciativa recopilando cifras tanto de la oficina estadística comunitaria Eurostat como de los países comunitarios y se comprometerá a que en el verano de 2010 la información "cubra" un número considerable de productos y de cotizaciones en varias fases de la cadena de producción. La idea de la Comisión  es que el observatorio haga dos tipos de seguimientos: uno para comparar los precios que paga el ciudadano por ciertos alimentos en los países de la Unión Europea, con el fin de examinar la "dispersión" de las cotizaciones en el mercado interior comunitario.

Por otra parte, Bruselas pretende registrar la evolución de precios en los países en distintas etapas pero para un número restringido de alimentos, entre los que incluye la leche, el queso ó la carne de cerdo. En su informe, la Comisión Europea admite que en los mercados agroalimentarios hay "falta de transparencia" sobre los precios y que es necesario rebajar la especulación en el comercio de materias primas agrícolas.

Asimismo, Bruselas subrayará las diferencias de precios alimentarios que hay entre los países de la Unión Europea, que alcanza una media del 34 por ciento. Al comparar los productos por Estados miembros, la Comisión encuentra más diferencias entre los países en el agua mineral, con disparidades entre los países de hasta el 70 por ciento; o en la barra de pan con un 58 por ciento de diferencia.