Los precios tanto de pepino como berenjena, en sus distintos tipos, aumentaron, aunque levemente, con las primeras retiradas de producto llevadas a cabo por los propios agricultores y que, según la medida acordada la semana pasada, ascenderían al 30 por ciento del total de la producción de cada hortaliza. En este sentido, Francisco Vargas, presidente de Asaja-Almería, comentó que, sólo durante la primera jornada, «los precios de ambos productos estaban un par de céntimos por encima de los de días anteriores».

Asimismo, indicó que «sabemos que esto es poco para los agricultores, sin embargo, demuestra que con poquito que se haga, el mercado reacciona».  Por su parte, Andrés Góngora, secretario provincial de Coag, señaló que, precisamente, esta primera jornada podría considerarse «poco significativa» y es que «hubo menos género». Muchos agricultores, quizás recelosos de la repercusión que podría tener o no la medida, optaron por no llevar el género a la comercializadora. Aún así, un día más tarde, «hemos visto una leve subida de los precios».

De este modo, en el caso del pepino, desde el pasado miércoles y hasta el viernes, sus cotizaciones se incrementaron algunos céntimos. Así, el pepino negro corto pasó de 28 céntimos de euro el kilo a 41 céntimos, mientras que el tipo Almería pasó de cotizar a 7 céntimos de euro el kilo a 12. Caso similar fue el experimentado por las berenjenas. Tanto la rayada como larga vieron aumentar sus cotizaciones en apenas dos jornadas. En el caso de la primera, su precio subió desde los 25 a los 40 céntimos de euro el kilo, mientras que las berenjenas largas pasaron de venderse en las subastas a 14 céntimos a hacerlo a 23 céntimos de euro el kilo. Pese  a esta subida, desde ambas organizaciones agrarias indicaron que aún no es momento de ‘echar las campanas al vuelo', aunque, desde luego, éste es un buen comienzo.

Con respecto al cumplimiento por parte de las comercializadoras de ‘su parte del trato', según afirmó Andrés Góngora, «aunque no se puede controlar lo que pasa en todas las cooperativas o alhóndigas, sí han visto que la medida se ha seguido en la mayoría de ellas».

ISA FERNÁNDEZ