Juan Deus, delegado de la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía, ha visitado la Cooperativa Agrícola San Isidro (CASI), donde se ha reunido con el nuevo consejo rector de la empresa, que preside José María Andujar. En la reunión también ha participado la gerente, Rosa Belmonte. Antes de la reunión, los representantes de la empresa han realizado un recorrido por la nave, donde el delegado ha visto el producto preparado para la comercialización y ha saludado a socios de la cooperativa.

En el encuentro, el primero tras la toma de posesión del nuevo equipo rector de CASI, el delegado y los representantes de la cooperativa han analizado la evaluación de la campaña y las previsiones para este año. Asimismo, han hablado de las nuevas líneas de ayuda que preparan la Consejería de Agricultura y el Gobierno de España para ayudar al sector hortícola a modernizar los invernaderos con la incorporación de cogeneración u otros métodos de energía renovable que, además de mejorar la producción, permitirán al agricultor obtener unos ingresos complementarios mediante la venta de la energía que produzcan.

En la reunión, Juan Deus ha valorado el proyecto de las nuevas instalaciones que tiene previsto construir la cooperativa en el paraje de Cuesta Colorá, un edificio ‘bioclimático' que supondrá una inversión de más de 160 millones de euros y la creación de unos 2.000 empleos.

CASI, la principal comercializadora de tomate de Europa, produce anualmente una media de 221.000 toneladas de este producto, valorado en unos 153,2 millones de euros. La cooperativa envía casi el 75% de su producción a los mercados nacionales y el resto lo destina a la exportación.

Ayudas de la Junta

La cooperativa, con una plantilla de más de 550 empleados y unos 1.700 socios, se constituyó en Organización de Productores de Frutas y Hortalizas en 1997. A través de los Programas Operativos, desde 2007 CASI ha recibido una ayuda pública de más de 6 millones de euros para proyectos de envasado y manipulación de productos, la mejora de la calidad de los productos, internacionalización de los mercados, gastos financieros y medios para garantizar el control de las normas fitosanitarias.

Asimismo, en los diez últimos años, la cooperativa almeriense ha recibido más de 424.000 euros en ayudas para la construcción de instalaciones y la compra de maquinaria y equipos.