Organizaciones agrarias y de regantes han coincidido en demandar, cuando se celebra el Día Mundial del Agua, más apoyos para las políticas de mejora de los regadíos y de las infraestructuras para adaptarse al cambio climático, y rebajas en las tarifas eléctricas para riego.

El presidente de la Federación Nacional de Comunidades de Regantes de España (Fenacore), Andrés del Campo, ha solicitado que se acometan las obras de regulación necesarias en las cuencas hidrográficas para responder a los previsibles efectos del cambio climático, de modo que se eviten los daños por inundaciones y se disponga de agua para los períodos de sequía.

Del Campo ha denunciado, además, el encarecimiento "abusivo" de tarifas eléctricas para riego desde julio de 2008, que ha hecho que el coste sea, en su opinión, "insostenible" por falta de competitividad, y que cifra en más del 450% en el término de potencia contratada.

Ha subrayado el esfuerzo modernizador realizado en más de un millón de hectáreas de regadíos, para transformarlos en sistemas localizados o por goteo durante la primera fase del Plan Nacional de Regadíos (entre 2001 y diciembre de 2008), pero ha planteado que con los actuales costes energéticos "será inviable" acometer su segunda fase, que afectaría a una extensión similar de cultivos.

Según Del Campo, en la negociación con el Gobierno para mejorar las tarifas eléctricas no hay avances, aunque es urgente que se les permita realizar dos contratos al año con las eléctricas, de forma que sólo paguen el máximo de potencia durante los meses en los que realizan los riegos y no todo el año, como hasta ahora.

Por su parte, el director de los Servicios Técnicos de la Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (Asaja), José Carlos Caballero, ha criticado lo que considera el "abandono de las infraestructuras hidráulicas" que contrasta con los avances "brutales" en otros equipamientos y telecomunicaciones que ha experimentado el país en los últimos 20 ó 30 años.

Caballero ha recordado que las infraestructuras hidráulicas permiten regular los cauces, evitar inundaciones y desbordamientos de ríos y otras catástrofes en el campo, y almacenar recursos para emplearlos en períodos secos o de necesidad.

En su opinión, en los dos últimos meses se han vertido muchos hectómetros cúbicos del agua al mar, a excepción de las cuencas hidrográficas del Tajo, Júcar y Segura, "porque no tenemos capacidad de embalse".

Desde la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), se ha subrayado que el regadío es "pieza fundamental" para mantener la explotación familiar agraria, fijar población en el medio rural y producir alimentos de forma sostenible.

Fuentes de COAG han precisado que en España la aportación de los regadíos a la Producción Final Agrícola supone más del 50% del total, mientras que su superficie sólo representa el 15,01% de la superficie agrícola útil.

Han pedido el apoyo a la política de mejora de regadíos y la implantación de riegos sociales, en ambos casos con una mejora de la financiación de las Administraciones públicas, así como la implantación de tarifas eléctricas especiales para el sector, que evite el actual sobrecoste que, en su opinión, soportan.