"Las lluvias y el frío que hemos tenido una vez plantados estos productos han provocado cierto retraso en el desarrollo de las plantaciones, por lo que estimamos que se va a producir un retroceso en cuanto al volumen de producción", señala el gerente, José Manuel Fernández Archilla. No obstante, añade, "esa falta de producto es muy probable que incida en mejores precios, o al menos en ello confíamos". En este sentido, es consciente de que hay otro elemento que también incidirá en este último aspecto como es la temperatura que se registre en Europa y que será la que en cierta medida "marque el que se con suma más o menos estas frutas".

Al margen de pronósticos, Vicasol dedica el 22% de sus 850 hectáreas de producción a melón (17%) y sandía (5%), ambos cultivados al cien por cien bajo control biológico. En el primero de ellos trabajan con tres variedades: Galia, Cantaloup y Amarillo.

El principal destino de esta producción son los clientes habituales de la empresa del Poniente durante toda la campaña, es decir Inglaterra, Francia y Norte de Europa además del mercado nacional, al que se destina en torno a un 12% de los cultivos.

Desde la dirección de Vicasol se mira con buenos ojos el inicio de la campaña donde se incide especialmente en que el agricultor no corte en verde el producto, para lo cual pone a disposición de éste un equipo técnico que se encarga de evaluar el momento óptimo del corte para garantizar la calidad y maduración óptima del melón y la sandía.

"Confíamos en que ésta sea una buena campaña, ya que se están registrando altas temperaturas que hacen apetecible el consumo de estos productos y creemos que éstos van a tener gran aceptación. Para nosotros es deseable que así sea porque completa la renta del agricultor en la campaña de primavera".