El documento plantea si este modelo europeo, basado en el cumplimiento de estrictos requisitos de diversa índole (sanidad vegetal, animal, trazabilidad, etcétera) que suponen costes adicionales y que no se exigen a los productos de fuera de la UE, puede suponer una merma en la competitividad de los productos europeos.

El documento de la presidencia española propone también que haya reciprocidad en los acuerdos con países terceros en lo que se refiere al cumplimiento de las normas sanitarias y fitosanitarias europeas.

El Consejo analizó el documento pero no hubo ninguna conclusión. La mayoría de los ministros opinaron que el mantenimiento de las estrictas normas sobre la producción europea no se debe cuestionar y debe mantenerse porque responde a las exigencias de los consumidores europeos. Se planteó también que este modelo no es lo suficientemente reconocido a nivel internacional. La mayoría de las delegaciones opinaron que los actuales instrumentos de promoción son útiles aunque se propusieron medidas de mejora.

El documento presentado por la presidencia española en el Consejo de Ministros del 17 de mayo, también fue analizado en un taller en la Comisión de Agricultura y Desarrollo Rural del Parlamento Europeo, el día 10 de mayo, bajo el nombre de "Impacto de las normas de la UE sobre la competitividad del sector primario y agroalimentario". Forma parte de las iniciativas de la Presidencia Española de la UE y pretende abrir el debate sobre este punto a nivel comunitario.


Fuente: FEPEX