Las certificaciones de calidad son hoy en día para las empresas, el sello que acredita su buen hacer. Si éstas son importantes en cualquier sector aún adquieren mayor relevancia cuando hablamos de productos de consumo humano cotidiano como es el caso de las frutas y hortalizas. Calidad, innovación, seguridad laboral y respeto al medio ambiente son claves para la competitividad de una empresa agroalimentaria que se precie y todas ellas se cumplen en la cooperativa hortícola de referencia del Poniente almeriense, Vicasol.

Y es que Vicasol cuenta con sistemas de calidad implantados tanto en el área de gestión, como en el almacén, el campo y en seguridad alimentaria desde hace años. Los certificados que lo acreditan no son "regalos" que se obtienen de por vida sino que periódicamente se revisa su concesión a través de auditorías que certifican el cumplimiento estricto de los parámetros de calidad que se encuentran detrás de cada uno de ellos.

Así, Vicasol acaba de renovar sus certificaciones en gestión de calidad (UNE-EN ISO 9001:2008) y ambiental (UNE-EN ISO 14001:2004) con un excelente resultado. El sistema de gestión de Vicasol integra todas las normas y protocolos bajo los cuales opera, de manera que el de calidad sostiene la estructura en su conjunto, incluido el aspecto ambiental, muy riguroso en el control de los residuos para cumplir con la legislación, así como a la hora de efectuar un consumo responsable de recursos.

Dada la importancia que para Vicasol tiene el mercado internacional, al que destina buena parte de su producción y la alta exigencia de algunos de estos destinos, como es el caso de Reino Unido, entre sus prioridades está la de cumplir con las normas de calidad que rigen en Europa y específicamente en algunos de estos países. De esta manera, renovó hace unos meses las normas BRC, - Norma Mundial de Seguridad Alimentaria, necesaria en Reino Unido-, e IFS, - Norma para la realización de auditorías de productos alimenticios con marca del distribuidor, fundamental en Italia, Alemania, Francia- con una calificación de máximo nivel que afectan directamente al almacén de manipulado. Ambas normas avalan tanto aspectos relacionados con el sistema de gestión como requisitos de aplicación directa en las instalaciones, tales como la limpieza de las mismas, su fiabilidad operativa, etc.

De la misma manera, la calificación ha sido excelente en la auditoría del Protocolo Global G.A.P. que evalúa la relación entre el campo y el almacén para todos los productos que comercializa, -tomate, pimiento, berenjena, pepino, sandía y melón-. También renueva las referentes al trabajo en el campo propiamente, -en las que se presta especial atención a las buenas prácticas agrícolas, como son por ejemplo el control de utilización de residuos fitosanitarios-, donde cuenta con tres certificados Global G.A.P., UNE 155.000 y Producción Integrada.

El presidente de VICASOL, Juan Antonio González, no oculta su satisfacción porque "la apuesta decidida que se ha realizado en seguridad alimentaria, técnicas de cultivo sostenibles y mejora de procesos empresariales ha calado en todos los trabajadores, desde el agricultor en el campo, hasta el último comercial o técnico pasando por el operario de almacén, de manera que se consolida, con las progresivas auditorías, ese parámetro de calidad que en definitiva, mejora nuestra competitividad y posicionamiento a la vez que supone una garantía no sólo para nuestros clientes sino también para el consumidor final de los productos que comercializa Vicasol".