Los agricultores que apostaron por sembrar de cara a la campaña de primavera para intentar compensar las pérdidas que tuvieron muchos de ellos en invierno se han equivocado. Los precios a los que han cotizado los dos productos estrella de la temporada, como son el melón y la sandía, han dejado mucho que desear. Así, por ejemplo, la secretaria general de la organización agraria Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) en Almería, Francisca Iglesias, no ha dudado en calificar la campaña de primavera de «desastrosa».

Lo cierto es que, como ha asegurado Iglesias, «cada vez hay menos campañas de primavera que se puedan calificar como positivas, sobre todo por culpa de la climatología y de la elevada competencia con países terceros». Es más, Iglesias no ha dudado en afirmar que «la última campaña de primavera buena que recuerdo se remonta a principios de la primera década del presente siglo XXI, cuando coincidió una campaña de invierno favorable con otra de primavera también buena en cuanto a precios se refiere», desde entonces no se ha producido nada parecido.

Por productos, el secretario provincial de la organización agraria Coag en Almería, Andrés Góngora, ha afirmado que la sandía de invernadero, que ya ha concluido hasta el año que viene, «comenzó con un volumen de producción muy bajo en las extra tempranas debido a los problemas climatológicos que se produjeron, con constantes lluvias, que impidieron que las plantas cuajaran como debieran». Posteriormente, las sandías sucesivas sí presentaron una producción mayor, sin embargo el precio no ha acompañado y las últimas han cotizado a apenas diez céntimos de euro por cada kilogramo, totalmente ruinoso para el agricultor.

La competencia ha sido también un problema para la sandía. Y es que, como ha explicado Góngora, «ya no es sólo Brasil el que nos hace la competencia con este producto, ya son muchos más países del cono Sur». En cuanto al melón, los principales problemas se han tenido con el Galia y el Cantaloup, ya que Francia está demandando cada vez más estos tipos a Marruecos, en detrimento de los almerienses. La campaña aún sigue, especialmente para el melón gordo. Su precio ronda los 30-40 céntimos de euro por kilogramo, no es muy elevado pero la demanda es óptima de momento. Finalmente, también han sido protagonistas de primavera el calabacín, que ha batido máximos; así como la berenjena, que continuará en verano; el tomate verde y los pepinos corto y francés.



RAFA VILLEGAS