La merma productiva desde el mes de marzo, mes en el que comenzó a recolectarse la variedad Verna, "ha sido posiblemente consecuencia del mal cuaje", explica Cristóbal Parra, gerente de Agrolevante. Al margen de esta circunstancia, "favorecida, quizá, por la gran humedad en el momento justo en el que se debía haber efectuado el cuaje y que provocó una masiva caída de la floración", concreta el responsable de la cooperativa almeriense, la campaña no se ha visto influenciada por otro fenómeno de la naturaleza. "El mal tiempo que ha acontecido durante el periodo de recolección no ha influido en la producción", asegura Parra.

Por el contrario, en limón Fino, los dedicados a su cultivo y comercialización mantienen que "sus resultados se han situado en la media habitual de cada campaña". En esta variedad, que en la provincia se concentra en el periodo de septiembre a febrero, los precios de mercado han sido el gran handicap para los agricultores. El inicio llegó con unas cotizaciones en campo que rondaban los 0,40 euros por kilogramo, informa Cristóbal Parra. Mediada la campaña, ya en el mes de diciembre, el valor del producto cambió, registrando hasta el final un precio estimado entre los 0,15 y 0,20 euros por kilogramo. Para Castaño, este contratiempo ha sido provocado por la saturación del mercado en el tramo final del pasado año e inicio de 2010.

Los malos precios en origen se olvidaron una vez iniciada la recolección de la variedad Verna. Al respecto, como insiste Ramón Ruiz, responsable de Cítricos de COAG, "la producción en la provincia ha sido menor pero el precio alcanzado ha sido mayor a campañas anteriores". Así, llegada la primavera las primeras calidades de limón que se obtiene del campo almeriense se han vendido a un precio medio que supera los 60 céntimos de euro. A pesar del mayor valor, Cristóbal Parra matiza que "en el balance final este precio no ha compensado la caída de la producción". Al respecto, Diego Castaño afirma que "en esta campaña de limón se puede concluir que se han cubierto costes". Sin embargo, el responsable de cítricos de ASAJA-Almería considera que "no se ha llevado a cabo una correcta planificación de la campaña". Un aspecto que "hubiera condicionado positivamente la rentabilidad de los cultivos".