En el caso de la provincia almeriense, «es mucha la merma en las almendras tempranas, la marcona y la desmayo».

En este sentido, Juan Carricondo, delegado de Asaja-Almería en la comarca de Los Vélez, comentó que «la almendra, en mayo, se heló entera» y añadió que «queda algo de la cosecha de floración tardía». Aún así, con respecto a este último asunto, la secretaria general de UPA-Almería quiso apuntar que «la humedad ha dificultado mucho el cuaje». De este modo, la próxima campaña de almendra, que arrancará a finales del mes de agosto y se prolongará hasta octubre, podría convertirse en una auténtica ruina, alargando, de este modo, el drama que arrastra el sector desde hace mucho tiempo.

Y es que la última campaña no pasará a la historia por los buenos precios cosechados, sino más bien por todo lo contrario. Así, Francisca Iglesias lamentó que «el kilo de almendra pepita se vendió a unos 2'50 euros el kilo» y especificó que, «teniendo en cuenta que una hectárea produce, de media, unos 61 kilos y que los costes son muchos, un agricultor gana muy poco». De hecho, según las cifras aportadas por UPA en la provincia, en una hectárea de almendro, un agricultor puede ganar 152'50 euros. Una cifra ínfima si se tienen en cuenta los gastos de producción a los que se debe hacer frente.

Así las cosas, Juan Carricondo afirmó que «este año hemos tenido muchas pérdidas» y, a ello, Francisca Iglesias añadió que «debido a estos malos precios, la gente dejó de invertir en almendros, e incluso, dejó de tratar». Sin embargo, la situación tan adversa que atraviesa este sector no sólo es fruto de unas bajas cotizaciones puntuales, sino que su mal hunde sus raíces un poco más abajo.

Competencia

La secretaria general de UPA-Almería afirmó que «me duele la boca» de denunciar la situación de competencia desleal que existe en este sector a causa de la entrada en el mercado europeo de almendra californiana que, en la mayoría de los casos, «se vende como española». La situación, según Iglesias, es tan crítica que, en la última campaña, «la almendra americana se ha vendido más cara que la española». Esto se ha debido, sobre todo, a que «los extranjeros prefieren la almendra de Estados Unidos a la nuestra».

«Hemos vendido tanta almendra de California como española que ya los consumidores europeos se han acostumbrado a ella y es la que demandan», apuntó. Por todo ello, apeló, una vez más, a la necesidad de «diferenciarnos», ya que, sólo de este modo, «podremos darle salida comercial a nuestro producto». La situación de los productores de almendra de la provincia es tan dramática que, a día de hoy, ni siquiera la ecológica se vende.

«La almendra ecológica no tiene precio», indicó Francisca Iglesias y añadió que, de hecho, «hace tres años que el ser ecológico no es un valor añadido». Teniendo esto en cuenta, lamentó que fueron muchos los agricultores que hicieron un esfuerzo especial por convertir sus producciones a ecológicas y, sin embargo, no les ha valido de nada.

Por último, la secretaria general de UPA-Almería insistió en que el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM) debe «cambiar el modelo de comercialización», ya que, de lo contrario, «este sector estará abocado a la ruina» y, con él, todos los agricultores que viven de la almendra.


ISABEL FERNÁNDEZ