El cultivo estrella de la provincia almeriense, el pimiento, se enfrenta esta campaña a un nuevo descenso de su superficie de cultivo. Así lo afirmaron los responsables de las organizaciones agrarias Coag y Asaja en la provincia, Andrés Góngora y Francisco Vargas, respectivamente, aunque apuntaron que, en principio, esta caída en el número de hectáreas no tiene por qué ser muy abultada. Aún así, prefirieron esperar antes de dar una cifra concreta, ya que aún es muy pronto. En cualquier caso, ambos responsables coincidieron en esta afirmación y explicaron que el motivo fundamental que ha llevado a los 'pimenteros' a cambiar de cultivo no es otro que los gastos de producción que acarrea su plantación.

En este sentido, Francisco Vargas, presidente de Asaja-Almería, comentó que «los agricultores que tuvieron el pimiento más temprano son los que, al final de la campaña, pudieron tener problemas de dinero» y, por tanto, serán ellos los que opten por otro tipo de plantación. En cualquier caso, señaló que «la mayoría de los agricultores del Poniente continuarán con el pimiento, ya que obtuvieron, finalmente, unos precios razonables». Por su parte, Andrés Góngora, secretario provincial de Coag, señaló que «la superficie de pimiento caerá algo, sobre todo la de italiano» y explicó que será así porque este producto «tuvo precios bastante bajos el año pasado».

Góngora recordó que ya la campaña pasada descendió la superficie de pimiento y que, además, muchos productores de California abandonaron este cultivo por el pimiento italiano. Un año más tarde, y ya con los balances hechos, este segundo tipo no ha reportado los beneficios esperados y, por tanto, «la gente va a optar por la berenjena o el calabacín como cultivos refugio».

La explicación es muy sencilla. Según Francisco Vargas, «poner una hectárea de pimiento puede costar, de media, unos 18.000 euros, mientras que esa misma hectárea, pero de calabacín, cuesta unos 3.000 euros». Esta diferencia considerable en la inversión inicial, unida a la «desilusión» de los agricultores, está haciendo que muchos de ellos dejen de cultivar la principal hortaliza almeriense.

Otros cultivos

El pimiento no es el único cultivo que, en principio, podría perder superficie. Según el presidente de Asaja-Almería, «también el pepino, sobre todo el temprano, perderá algunas hectáreas». El tomate, por su parte, «se mantendrá igual que el año pasado». Sin embargo, si algo va a caracterizar la próxima campaña será su «vuelta a fechas más habituales». Así, explicó que, en 2009, «la cosecha se adelantó un mes» y esto se debió a que «los agricultores buscaban buenos precios». Al no obtenerlos, de cara al nuevo ejercicio agrícola, no tienen previsto moverse en el calendario.