Esta investigación que se ya se está llevando a cabo, pero que se incluirá dentro del Plan de Reestructuración del sector de los Invernaderos, intentará controlar aspectos tan cambiables como la temperatura, que puede aumentar o dejar caer en picado la producción de la instalación porque "ahora no son controlables", según explicó a Europa Press la consejera de Agricultura y Pesca, Clara Aguilera.

"El reto es que lo que se produce es doce kilos por metro cuadrado, una muy baja productividad, cuando en Holanda la productividad está en 40 y 50 kilos", subrayó.

Además, la consejera apuntó que "ya hay modelos que se están investigando, donde los agricultores pueden ver las mejorías y aunque las inversiones son importantes, los más atrevidos irán cambiando y servirá de impulso para los demás".

El Plan de Reestructuración de los Invernaderos que cuenta con 120 millones de euros, financiadas al 50 por ciento por el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM) y el 50 por ciento restante por las comunidades Canarias, Valencia, Murcia y Andalucía fue negociado como compensación por el Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea y Marruecos entre las comunidades afectadas directamente.

"Es verdad que el sector del tomate no va a marcar la política exterior de la Unión Europea (UE), pero si lesiona los intereses territoriales, se debe compensar", criticó Aguilera.

En este sentido, explicó que hubiera preferido que la compensación viniera de parte de la Unión Europea, pero al no ser así, "el MARM sí ha sido sensible" y crea un "buen precedente"