La Comunidad de Regantes Rambla Morales afrontó ayer una asamblea general extraordinaria en la que se deliberaba sobre el futuro de la misma. Como telón de fondo, los comuneros acudían con la incertidumbre de que cabía la posibilidad de liquidar Rambla Morales para hacer frente a la deuda que mantienen con la entidad financiera La Caixa. Finalmente, los asociados no aprobaron el punto y la cordura guió a la masa en la búsqueda de alternativas. A pesar de la importancia de los puntos a tratar, sobre todo de índole económica, la asistencia fue «muy escasa», como confirman fuentes de la junta directiva de la comunidad de regantes.

En total, se contabilizaron 366 votos de los 1.300 posibles. La argumentación que aporta la junta directiva para explicar la baja participación en esta toma de decisión crucial para determinar el futuro del patrimonio común es la ausencia de un grupo de comuneros que mantiene un volumen considerable de votos, así como la coincidencia de la celebración de la asamblea convocada en la Cooperativa Agrícola San Isidro (CASI) ya que son muchos los agricultores que duplicaban su derecho a la asistencia.

Con tensiones -gran parte protagonizadas por el ex vicepresidente Juan Jesús Martínez que encabezaba un grupo opositor y al que el secretario de la comunidad, en un momento de la asamblea recordó las deudas que mantiene con la comunidad- pero sin llegar la sangre al río, en la asamblea -prolongada durante tres horas y media- se procedió a exponer la oferta que tienen sobre la mesa procedente de Acuamed para deshacerse de los activos de la comunidad y de esta forma afrontar la deuda establecida con La Caixa, la cuál vence el próximo 22 de septiembre.

Según los comuneros, la oferta de Aguas de las Cuencas Mediterráneas asciende a 40 millones por parte de los activos de la comunidad, es decir, «Acuamed sólo ha mostrado interés por adquirir la desaladora», confirmaron algunos de los comuneros que estuvieron presentes en la asamblea. Sometida a votación, la oferta pareció buena a los asistentes y se aprobó vender. No obstante, como indicaron miembros de la junta directiva, «hay que encontrar previamente a la venta de la desaladora un comprador para el resto de activos. Debemos contar con la seguridad de recaudar el total, o gran parte de la deuda contraída con La Caixa antes de deshacernos de parte del patrimonio». Así, procedieron a dar luz verde a la búsqueda de compradores interesados en adquirir el resto de activos, «la red de riego, básicamente», confirmó a este periódico la directiva de la Comunidad de Regantes de Rambla Morales. La valoración de Acuamed pareció justa y por tanto, no se procederá a llevar a cabo una auditoría previa. «La oferta recibida cubre el total invertido en las obras de la desaladora», aseveraron fuentes de la directiva.

Como era de esperar uno de los puntos a los que se opusieron los comuneros fue a la autorización expresa de los mismos a la comunidad para habilitar un proceso de embargo por parte de la entidad financiera en caso de incumplimiento de pago en la fecha límite establecida, esta es el 22 de septiembre. Entre proveedores y La Caixa, la deuda acumulada por la comunidad asciende a 117 millones de euros aproximadamente, de los cuáles, el compromiso con la entidad financiera está cifrado en 101 millones de euros.