Berenjena y calabacín se perfilan como los dos cultivos en los que más puede crecer la lucha integrada en esta campaña 2010/2011. Así lo afirman agricultores y técnicos, que señalan que, de hecho, en ambos cultivos, aún hay un importante margen de maniobra. En este sentido, Jan van der Blom, responsable del Departamento de Control de Plagas de Coexphal, comentó que "en pimiento, el 100% de su superficie, sin discusión, se seguirá haciendo con lucha integrada" y añadió que, en el caso de cultivos como la berenjena, el calabacín o el pepino, "la superficie va a aumentar un poco". Así, recordó que ya la campaña pasada, de media, en todas estas producciones, "la lucha integrada rondó el 70%" y, por tanto, teniendo en cuenta que "hay mucho conseguido", ya no se puede retroceder.

Por su parte, Andrés Góngora, secretario provincial de Coag, apuntó que, en calabacín, "este año se va a producir un importante avance". A su juicio, "el último año no fue nada mal" y, de hecho, "se hicieron muchas pruebas y ensayos que dieron buenos resultados". De este modo, desde Koppert, su director comercial en España, Kris de Smet, comentó que en berenjena y calabacín se prevé crecer bastante en esta campaña y explicó que "los productores se están dando cuenta de que los resultados, a la larga, son mucho más satisfactorios y los ensayos nos están demostrando que la adaptación de los insectos es muy buena".

Pese a todo, el pimiento sigue siendo el líder indiscutible y, aunque otras producciones van creciendo poco a poco, no lo hacen al ritmo que sería deseable. Para solventar este pequeño inconveniente, el secretario provincial de Coag afirmó que, al igual que se hizo en pimiento, "hay que fortalecer las ayudas de la Administración en otros cultivos" para, de este modo, incentivar la puesta en práctica de los métodos de control integrado por parte de los agricultores.

El tomate, por su parte, sigue siendo la gran asignatura pendiente. Tanto que, según Jan van der Blom, no se descarta que "la superficie pueda caer un poco debido a la Tuta absoluta". El técnico de Coexphal explicó que, para combatir esta plaga, "hay algunos productos químicos autorizados que están funcionando". Además, "más allá de la Tuta, en tomate no están apareciendo serios problemas de resistencias, como ya ocurriera con el trip en pimiento y, por tanto, los agricultores no se ven en la obligación de cambiar de método de cultivo". Por último, reconoció que, pese a los avances, "aún faltan cosas por hacer en control biológico en tomate". A todo esto, Andrés Góngora añadió que "a día de hoy, sigue sin haber una solución biológica realmente eficiente para la mosca blanca", plaga muy importante en este cultivo, entre otras cosas, porque es transmisora de virus.

Reduciendo gastos

Aunque todo apunta a que en cultivos como la berenjena o el calabacín crecerá la superficie producida con lucha integrada, según los técnicos del sector, este año se reducirán las inversiones de los agricultores en fauna auxiliar. La experiencia adquirida por los productores, por un lado, y la necesidad de reducir gastos, por otro, son las dos causas que darán lugar a esta menor inversión. Con respecto a la primera de ellas, Andrés Góngora comentó que "los agricultores ya han aprendido a cuantificar mejor las sueltas y, por tanto, tienen un manejo mejorado del cultivo". Asimismo, añadió que los productores están poniendo en marcha nuevas prácticas como, por ejemplo, "se pasan de uno a otro los insectos".

En relación a la necesidad de reducir gastos, Manuel Pérez, gerente de Bio Mip, apuntó que disminuir las dosis de suelta es una decisión "muy equivocada", ya que "siempre hay que mantener unos mínimos". A su juicio, lo único que está haciendo el agricultor es "arriesgarse a no conseguir los resultados finales esperados, ya que sin un número limitado de insectos, el trabajo en la planta no se completa al 100%". "El resultado puede ser aún peor, ya que el productor, con reducir la dosis, realmente no va a ahorrar mucho dinero, pero sí que está perjudicando el desarrollo del cultivo", concluyó.





ISABEL FERNÁNDEZ