De hecho, la secretaria general de Asaja-Almería, Adoración Blanque, explica que «otro de los motivos por los que no traemos a trabajadores en origen es porque ahora mismo sólo podemos trabajar con Marruecos y la demanda de los empresarios actualmente son mujeres rumanas tanto para el sector del manipulado como para otras tareas agrícolas». Hasta ahora mismo, la organización agraria Asaja-Almería ha hecho ocho selecciones y se van contratando en función de la demanda de los empresarios.

Por su parte, desde la organización agraria Coag-Almería, su responsable de migraciones, Juan Rull, comenta que «nosotros no podemos contratar a gente en origen cuando la bolsa de empleo en España está a rebosar. Además, este año vamos a seguir trabajando con algunas asociaciones como Innova o Proyecto Hombre que nos facilitan los currículum de sus trabajadores mejor formados. Con esta acción estamos dando una oportunidad a personas que están en riesgo de exclusión social».

Contratación escalonada

En estos primeros meses de campaña, la contratación de trabajadores está siendo más escalonada que otros años. El motivo, según Adoración Blanque, es «porque el empresario si puede hacer él mismo ese trabajo, no contrata a nadie, así se ahorra costes. Además, la campaña ha comenzado más tarde y el agricultor solicita a gente conforme lo va pidiendo el desarrollo del cultivo». Desde Coag, Juan Rull ha recordado que «el año pasado, nosotros hicimos más de 1.400 contrataciones y creemos que este año rondarán las mismas, no más».

Sin embargo, el aspecto negativo de la cuestión es que, en muchas ocasiones, las organizaciones agrarias se encuentran con personas que a pesar de estar buscando trabajo rechazan el que se les está ofreciendo en el sector de la agricultura. El motivo, según Blanque, «porque no les gusta esta actividad o porque tienen hijos pequeños y no quieren o no pueden dejarlos solos».


ELENA SÁNCHEZ