El próximo 13 de diciembre tendrá lugar en Bruselas una nueva reunión del Consejo de Asociación UE-Marruecos, un nuevo encuentro tras la cumbre de marzo celebrada en Granada y que contó con la protesta de ASAJA y el resto de organizaciones agrarias por la influencia que la competencia desleal está ocasionando al sector agrícola de nuestra provincia. Dada la importancia de las reuniones previas a la ratificación del nuevo acuerdo comercial con nuestro país vecino, ASAJA pide a la Ministra Aguilar que inste a su compañera de Exteriores a que aproveche este encuentro para defender los intereses del sector agrario, que es el más perjudicado por el acuerdo de Asociación y rechace la renovación del dicho acuerdo UE-Maruecos.

Este nuevo encuentro es para ASAJA-Almería una buena oportunidad para plantear la exigencia del cumplimiento escrupuloso del acuerdo, cosa que hasta el momento no se ha venido produciendo y puesto que en se incluirá la actual crisis del Sáhara, esta organización considera primordial que la representación española exija el cumplimiento de las diferentes exigencias incluidas en el Acuerdo de Asociación UE-Marruecos, entre las que están las relacionadas con el respeto a los derechos humanos y que además se vigile hacia dónde van los beneficios del Acuerdo de Asociación, y si verdaderamente la población de las zonas agrícolas de ese país obtiene algún beneficio, ya que de lo contrario Europa debería rechazar la renovación del Acuerdo.

Es más, la falta de vigilancia en las fronteras europeas que ASAJA viene denunciando, también está presente en el destino de los beneficios, ayudas e inversiones que se realizan en Marruecos gracias a las concesiones agrícolas. Así, al igual que ocurre con el acuerdo de pesca, la Comisión debe pedir explicaciones a Marruecos sobre el destino de esos beneficios y en caso de omisión de información, debe frenar las negociaciones hasta que la transparencia y el respeto a los derechos humanos esté garantizado.

Esta organización agraria entiende que existan diferentes intereses empresariales españoles en Marruecos, pero esto no puede doblegar la necesaria reciprocidad para nuestros productos hortofrutícolas de forma que se garantice que las condiciones medioambientales, sociales y fitosanitarias son las mismas que las de cualquier productor europeo. En opinión de ASAJA, de poco vale que la Política Agraria Común se vuelva más exigente con el respeto al entorno y se condicionen las ayudas a los agricultores y ganaderos a esta situación si por otro lado dejamos "las puertas abiertas" a productos  fabricados sin esa mentalidad "eco" que Bruselas trata de imponer.

Por todo ello ASAJA insiste en que los representantes políticos españoles tienen aún en sus manos la posibilidad de frenar este acuerdo y de conseguir justicia para los agricultores, y debe ser el próximo 13 de diciembre cuando el Gobierno español muestre un posicionamiento claro a favor de las frutas y hortalizas.