Todos los países que durante los meses de invierno se abastecen gracias a la provincia ya tienen producción propia y, además, en Almería, desde hace dos meses, la calidad del fruto no es la adecuada. Precisamente por esto último, los mercados que aún le quedan a la provincia, poco a poco, van decidiendo dirigirse hacia esos otros estados que tienen plantaciones nuevas.

Por productos, el tomate tiene unos precios catastróficos, en gran medida, debido a la desaparición de los mercados. La calidad, en las últimas semanas, está dejando mucho que desear y, por tanto, los clientes habituales de las empresas de la provincia se están decantando por otros orígenes que inician ahora su campaña.

El pimiento, por su parte, mantiene sus cotizaciones, aunque a costa de los volúmenes. Las cantidades de esta hortaliza son ya muy pequeñas y, por tanto, el poco género que llega al mercado se vende a unas cifras bastante aceptables.