La organización agraria Asaja en la provincia prevé un descenso de la superficie de pepino para la próxima campaña, que está a punto de comenzar, del 15%. Así lo afirmó su presidente, Francisco Vargas, que apuntó directamente a la 'crisis del pepino' como causa de esta caída. En este sentido, Vargas criticó que «Alemania señaló al pepino almeriense como origen de la 'E. coli'» y esto, evidentemente, «tendrá sus consecuencias en la campaña».

La acusación que en mayo pesó sobre el producto almeriense no ha dejado aún de tener repercusiones sobre la comercialización de esta hortaliza. Unas repercusiones que 'han ayudado' a los productores a decantarse por otros cultivos. «Los precios del pepino en verano han sido nefastos», afirmó Vargas, que cifró en un «56% más bajas» las cotizaciones de esta hortaliza con respecto a otros años. Y es que, en los meses de julio y agosto, tanto el pepino corto como el francés, se han vendido, de media, entre 0'15 y 0'20 euros el kilo, mientras que el pepino tipo Almería, el más exportado, ha alcanzado, en algunas subastas, los 0'30 euros el kilo en el primer corte.

A este brusco descenso de los precios hay que sumar, por otro lado, la caída del consumo. Sobre este asunto, el presidente de Asaja-Almería comentó que, si bien es cierto que en los meses de verano ha caído el consumo de todas las hortalizas, también lo es que «el mayor descenso se ha producido en el consumo de pepino, que ha caído un 20%, según nuestras estimaciones».

Ante este panorama, no es de extrañar que muchos agricultores hayan optado por reconducir sus plantaciones hacia otros cultivos, aunque, en opinión de Francisco Vargas, ésta es una decisión «muy arriesgada». En cualquier caso, dijo entender que, en última instancia, «es el agricultor el que debe decidir» y añadió que, en este caso, «parece que van a ser muchos los que se decanten por otro producto que no esté señalado».

Salvo «cambios de última hora», como indicó Vargas, la campaña arrancará con una importante merma de la superficie destinada al cultivo de pepino. Ésta es sólo una más de las consecuencias de la crisis provocada por la falsa alerta sanitaria alemana, que apuntó a los productos almerienses como origen del brote de 'E. coli' detectado en este país. Y es que, cuando aún no se han vendido las primeras partidas, las organizaciones agrarias ya mostraron su temor hacia una posible presión a la baja en los precios.


ISABEL FERNÁNDEZ