La campaña pasada, según los datos de los que dispone la Asociación de Jóvenes Agricultores  de Almería, los precios medios recibidos por los agricultores por sus frutas y hortalizas fueron un 20% menores a los de la campaña 2009-2010. Así, la cotización media del conjunto de productos se situó ligeramente por encima de los 50 céntimos de euros el kilogramo.  En cuanto al volumen de producción observan un aumento del 12,2%, lo que demuestra para Asaja-Almería, «que lo sucedido en la campaña precedente fue un espejismo para la rentabilidad del agricultor». Con ello, esta organización mantiene que «se confirma la vuelta a la crisis de precios, a pesar de las buenas previsiones del inicio del año agrícola». Lejos de haber sido una «campaña de récord» se ha convertido en «todo lo contrario», según el presidente de Asaja Almería,  Francisco Vargas, «a pesar de la buena climatología y la escasa incidencia de plagas y enfermedades en los cultivos».

Los «peores» comportamientos se registraron en pepino, calabacín y tomate. Esta organización ha obviado las cifras registradas en junio al considerar que desvirtúan el balance general a causa de la repercusión que tuvo en la comercialización de frutas y hortalizas la crisis de la ‘E.coli’. A pesar de ello, en el caso de pepino y calabacín, «los precios cayeron incluso por debajo de los registrados en la campaña 2008-2009».

El pepino «ha sido el producto «más sacrificado». En el informe elaborado por los técnicos de la Asociación de Jóvenes Agricultores de Almería, se pone de manifiesto que, este producto, disminuyó un 4% en cuanto a volumen de producción y hasta un 28% en el precio medio que se vendió en origen, situándose el mismo en 0,33 euros el kilogramo. «Si lo comparamos con la cotización que  tuvo hace dos campañas vemos que descendió un 37,7%», señala el presidente de la organización agraria. Y es que, para los productores de pepino no ha sido una campaña fácil. Ya en el mes de diciembre soportaron una caída del precio medio del 57%, señalan en Asaja.

Otra hortaliza que no tuvo su año fue el calabacín.  A pesar de que se cultivó un 13% más de superficie que en la campaña 2009-2010,  con un aumento del 37% de la producción, el valor que recibió el productor fue un 42% inferior. En Asaja destacan, principalmente, «el mal otoño que  completó y la mala finalización de campaña. Sólo en los meses en los que se registró una temperatura baja, mermando, de esta forma, la producción, los agricultores vendieron a mejor precio».

El trío de los «peores del año», lo completa el tomate, producto que, según Asaja se ha vendido un 16% más barato que en la anterior campaña. La mayor caída se produjo en diciembre cuando descendió hasta un 34%. Sobre la campaña de tomate, desde Asaja explican que «la producción se obtuvo de manera más escalonada que la anterior». No obstante, «se asistió a un importante incremento del volumen producido en primavera, propiciando un derrumbe de las cotizaciones en origen en esta época». La competencia de Marruecos en tomate «fue mayor que en el año anterior, sobre todo a partir de diciembre, lo que explica el descenso del precio en origen a partir de ahí», apunta Francisco Vargas.

Menos diferencias

En pimiento y berenjena la organización agraria asegura que se registraron menores diferencias en sus comportamientos en relación al balance anterior. En el caso de la berenjena, la curva descrita por los precios medios durante toda la campaña es similar a la dibujada en la 2009-2010. Eso sí, con un descenso de los mismos que se situó en un 10%. Sobre la superficie cultivada Asaja mantiene que aumentó un 5%. El volumen de producción en este producto protagonizó el dato más significativo ya que «aumentó un 64% en relación a la anterior campaña».

Por su parte, la superficie de pimiento se redujo un 10%. Sin embargo, el volumen producido aumentó un 7,5% en comparación con la campaña anterior. Las explicaciones que ofrecen desde Asaja a este comportamiento hacen referencia a que «el clima benefició el cuaje, sobre todo en primavera». Fue entonces, llegada esta estación del año, cuando el precio medio disminuyó hasta registrar una media anual del 45% inferior a la de la anterior campaña, con cotizaciones medias de 0,81 euros.

«Desastre primaveral»

La campaña de primavera en la que hace acto de presencia productos como melón y sandía, En Asaja la califican como «inexistente». Al respecto, señalan que «la crisis de la ‘E.coli' truncó la campaña que, a pesar de los resultados de los primeros meses, se esperaba que sería aceptable debido a los precios a los que se estaba vendiendo el melón y la sandía a finales de mayo, cuando cotizaban a 0,54 y 0,30 euros, respectivamente».