En el Centro Experimental ‘Las Palmerillas' de la Fundación Cajamar se citaban ayer los gerentes de las empresas asociadas a Coexphal para conocer este nuevo software que ofrece Cajamar. En la presentación del mismo tomó parte el director general de Hispatec, Miguel Rodríguez, el gerente de Coexphal, Juan Colomina y la directora del Centro Experimental de Cajamar, Mari Cruz Escudero. Rodríguez de la Rubia explicó a los presentes la aportación que cada una de las partes involucradas a a portado al proyecto que ha llevado a cabo Hispatec. Por un lado, resaltó Rodríguez, «hemos contado con el conocimiento de los expertos de la Universidad de Almería y el nuestro propio en el desarrollo de herramientas informáticas», pero también, destacó el director de Hispatec, «la base agroalimentaria con la que cuentan asociaciones como Aproa y Coexphal que nos han facilitado el guión de las necesidades que tiene día a día el gestor agroalimentario y por tanto, la posibilidad  de ofrecer una mejora en su trabajo». De la Rubia aseguró que «desde Cajamar vamos a seguir invirtiendo en tecnología porque hay que adelantarse a las necesidades».

Esta herramienta que presentaban a los gestores de empresas agroalimentarias de la provincia de Almería, Granada y Málaga, pone a disposición de los responsables la posibilidad de hacer un seguimiento de todos los aspectos económicos que se generan en la actividad empresarial, compararlos con las metas y objetivos y poder corregir posibles errores que se estén produciendo con el fin de corregir pautas que lleven a cumplir las previsiones establecidas, coordinado la toma de decisiones.

Con CMIagro, nutrido a través de la contabilidad de la empresa, un gestor puede comprobar si se está cumpliendo el balance de ingresos previamente establecidos a través de unos parámetros. Con sólo un vistazo y gracias a las indicaciones del programa, el gestor podrá comprobar que objetivos no se están cumpliendo y hasta qué punto. De esta forma, puede actuar y reconducir la situación. La herramienta se asemeja a un control de mandos de un avión. Se sirve de la misma señalización luminosa de un semáforo para establecer cuando marcha todo, mal, bien o muy bien, si el semáforo del objetivo en cuestión luce rojo, amarillo o verde, respectivamente.