El cultivo de frutales subtropicales es en los últimos tiempos una actividad económica de creciente interés y con excelente proyección para todo el arco mediterráneo y en especial para la costa andaluza. Este potencial está avalado por un consumo de frutas subtropicales en imparable aumento; por la exclusividad geográfica para la producción de estas especies y la posición privilegiada de nuestros productos en el mercado frente a otros países productores; y por la tendencia de la demanda hacia productos de alta calidad, buen sabor, y obtenidos garantizando su seguridad alimentaria y el respeto al medioambiente.

La necesidad de introducir el uso de la tecnología y mejorar las técnicas de cultivo viene siendo el reto fundamental en un sector que apenas ha evolucionado en este sentido en los últimos tiempos. Es por ello que los márgenes de beneficios de las explotaciones agrícolas han tendido en las últimas campañas a resentirse. Ello ha llevado a una demanda creciente del sector por recibir transferencia de conocimiento sobre cambios y mejoras que hagan sus explotaciones más rentables y productivas. Y en esta línea se enmarcan los ensayos de la Estación Experimental de la Fundación Cajamar ante esa creciente demanda de avances en la investigación desarrollada para este sector.

La directora de la Estación Experimental, María Cruz Escudero, destaca que dentro del programa de trabajo del Área de Fruticultura Subtropical Mediterránea de la Estación Experimental se establecen tres líneas prioritarias de actuación trabajando con especies de clima subtropical y mediterráneo como la uva de mesa, el níspero, la chirimoya, el mango, y el aguacate, entre otros. Este esfuerzo se enmarca en el hecho de que desde 1975 la Estación Experimental de la Fundación Cajamar, ubicada en El Ejido, promueve la innovación de la agricultura a nivel internacional, cuyos resultados en los últimos veinte años certifican producciones agrícolas de alta calidad. De este modo, en estrecha colaboración con diversas instituciones académicas y de investigación, está dedicando un importante esfuerzo en I+D+i para un sector, el frutícola subtropical mediterráneo, especialmente necesitado de renovar y mejorar su estructura productiva para hacerlo más competitivo y sostenible.

El responsable del departamento de Fruticultura Subtropical Mediterránea de la Fundación Cajamar, Juan José Hueso, detalla esas tres líneas principales de actuación de su departamento para la presente campaña:

Mejora del Material vegetal

El objetivo de esta línea es la selección y evaluación de nuevas variedades, adaptadas a las condiciones agroclimáticas mediterráneas, buscando sistemas de cultivo más rentables a partir del material disponible en los Bancos de Germoplasma u obtenidos a través de programas de mejora. La estructura productiva de este sector se basa en el cultivo de unas pocas variedades tradicionales, poco seleccionadas. Esta circunstancia dificulta la comercialización, al concentrarse la mayor parte de la producción en un corto periodo de tiempo, y merma la competitividad. 

Actualmente se están evaluando nuevas variedades de chirimoya, níspero japonés, mango, uva de mesa apirena y caqui. También se pretende valorar la viabilidad potencial de nuevas especies frutales de interés socioeconómico, como otras especies de la familia de las Anonáceas o el cultivo protegido de especies con un carácter tropical más estricto como la papaya, la carambola, el longan, entre otras.

Incremento de la Producción y la Calidad

El objetivo de esta línea es el desarrollo de nuevas tecnologías y técnicas de cultivo que incrementen la competitividad del sector aumentando el valor final de la producción, reduciendo los costes de cultivo y mejorando la productividad y calidad, ampliando el calendario productivo, haciendo un uso eficiente de recursos disponibles y respetando el medio ambiente.

En esta línea se ha puesto a punto el cultivo de uva de mesa en invernadero para adelantar la cosecha, el uso de técnicas de aclareo químico o de estrategias de riego deficitario postcosecha en níspero japonés, la mejora de la productividad y calidad del fruto en chirimoya mediante el control de la polinización artificial o el diseño de polinización óptimo para nuevas plantaciones de aguacate. Actualmente se está trabajando en la mejora de la precocidad y calidad del fruto de níspero, técnicas para retrasar la maduración y mejorar la productividad y calidad en uva de mesa apirena (color y tamaño de la baya), y técnicas de defoliación para adelantar la producción y optimización de la polinización artificial en chirimoya.

Potenciación de la IV y V Gama (Postcosecha)

El objetivo de esta línea es incrementar el valor final de la producción y generar valor añadido haciendo llegar al consumidor un producto fresco o transformado (IV y V gama) diferenciado por su calidad, atractivo y en óptimas condiciones para el consumo. No existen índices de madurez y de recolección objetivos para muchas especies subtropicales. Además son frutos en general perecederos, con corta vida postcosecha lo que dificulta su conservación por largos periodos de tiempo. Por otra parte el consumidor demanda cada vez más un producto diferenciado, de calidad, bien presentado y con garantías sanitarias.

Estamos trabajando para conocer la fisiología de la maduración y establecer índices de madurez objetivos que garanticen la calidad final del producto en chirimoya y níspero, como primer paso para mejorar la conservación de la fruta en postcosecha. Además se están aplicando técnicas de cultivo para mejorar la calidad y la aptitud al manipulado del níspero.