El Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM), a través de su boletín de Noticias del Exterior, de 20 de octubre de 2011, ha alertado del aumento del número de importadores fraudulentos, sobre todo de productos agroalimentarios, en Holanda. En el citado boletín se recoge, textualmente, que «en los últimos tiempos, se está produciendo un incremento en el número de empresas exportadoras de diversos productos, agroalimentarios especialmente, que han enviado mercancías sin recibir la contrapartida económica correspondiente». Según se explica en el texto de la Administración, «cuando el exportador intenta reclamar lo debido, no tiene posibilidad de tomar contacto con nadie en los teléfonos y direcciones anteriormente utilizados».

Hechos de este tipo, tal y como apunta el boletín, no son nuevos; sin embargo, «el número de casos, probablemente a causa de las dificultades económicas, ha ido en aumento». Tanto es así que desde la Administración se ha logrado constatar el 'modus operandi' de estos estafadores, sobre todo, a raíz de un caso en el que la víctima fue una empresa de Mercasevilla. En este sentido, Noticias del Exterior recoge que todo comienza con «la adquisición por un ciudadano de cualquier nacionalidad de una antigua sociedad de responsabilidad limitada que lleve años sin operar, lo que representa un ahorro considerable con relación a constituirla 'ex novo'» y, además, resulta útil a la hora de no levantar sospechas. Estas sociedades, normalmente, suelen ser 'holdings', 'beheer' (gestorías) o 'adviesbureau' (asesorías), es decir, sociedades que poco o nada tendrían que ver con la compra de frutas y hortalizas pero que, de cara a la empresa exportadora, «resultan intachables», pues no hay «ningún elemento que haga dudar de su fiabilidad».

Por lo general, estos importadores fraudulentos hacen un número elevado de pedidos de forma simultánea y, sobre todo, con suma urgencia. Y es que, precisamente, es esa urgencia la que dificulta que las empresas que van a vender sus productos puedan realizar todas las comprobaciones pertinentes y, al final, caigan en la trampa.

El boletín de Noticias del Exterior del MARM señala que, habitualmente, estas mercancías no se quedan en Holanda, sino que son reexpedidas a otros destinos como, por ejemplo, países del Este o Turquía. Este asunto ya está siendo objeto de atención por las respectivas embajadas en Madrid y La Haya, así como por parte de una fundación holandesa especializada en estos fraudes.



ISABEL FERNÁNDEZ