De este modo, mientras el precio en origen del pimiento verde, según el IPod, se situó, de media, en 0'44 euros el kilo durante el mes pasado, los consumidores lo pagaban en los lineales de los supermercados a 1'76 euros, cuatro veces más o, lo que es lo mismo, un 300% más caro. Caso similar es el del pimiento rojo, que se vendió en origen a 0'56 euros, mientras que ya en destino se pagaba por él 1'94 euros, un 246% más.

Estos datos resultan mucho más llamativos si se tiene en cuenta, según publicó IDEAL el pasado martes, que, sólo en la provincia almeriense, los productores de pimiento lamentan los bajos precios a los que está cotizando esta hortaliza. Unos precios que, ni mucho menos, lo hacen rentable. De este modo, ya entonces, Juan Vidaña, miembro del Comité Comarcal de Coag El Ejido-Dalías, lamentaba que «los precios del pimiento, en todas sus variedades, están siendo un auténtico desastre desde que comenzara la campaña». Y es que, según apuntó entonces, en el caso de los California, el verde apenas rozaba los 0'40 euros el kilo, mientras que el rojo se vendía algo más caro y se situaba en torno a los 0'50 euros. La existencia aún de producciones locales en destinos como Holanda o Polonia, así como las altas temperaturas de las últimas semanas eran, a priori, las principales causas de estos bajos precios, aunque, según Vidaña, las cadenas de distribución también tenían mucho que decir en este asunto.

Ipod agrícola

Más allá del caso concreto del pimiento, según el último Ipod, sólo en el caso de las frutas y hortalizas, los consumidores pagaron más de cinco veces más por estos alimentos en los supermercados de lo que recibió el agricultor. Especialmente significativo es el caso de la berenjena, que se llegó a pagar ocho veces más cara en el destino final; así, mientras el productor apenas percibió 0'20 euros por cada kilo comercializado, el consumidor pagó por cada uno de esos mismos kilos 1'63 euros (un 715% más). Con respecto a otras hortalizas cultivadas en el provincia, el diferencial de precios del tomate de ensalada superó el 400%, mientras que, en el caso de la lechuga, se situó en el 358%. El calabacín, por su parte, se vendió casi cinco veces más caro entre el origen y el destino, mientras que el precio del pepino se multiplicó casi por cuatro.



ISABEL FERNÁNDEZ