De este modo, el acuerdo adoptado establece que el Gobierno compensará a estos trabajadores por las disminución de sus cotizaciones, a causa de las jornadas de trabajo perdidas, y lo hará mediante la suscripción de un Convenio Especial con la Tesorería General de la Seguridad Social, que se financiará con cargo a los presupuestos del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE). Para que estas compensaciones puedan hacerse efectivas, los trabajadores que hayan visto reducida su actividad laboral como consecuencia de la 'crisis del pepino' tendrán que acreditar esa situación de inactividad en una empresa afectada durante el período de mayo a julio en el ejercicio de 2011.

Con la aprobación de estas compensaciones por parte del Ejecutivo, quedan resarcidas, en principio, todas las partes, ya que también la Comisión Europea (CE) aprobó una serie de ayudas destinadas a resarcir los daños sufridos por las empresas españolas que fueron acusadas injustamente del brote de 'E. coli' surgido en Alemania a finales del mes de mayo y que se cobró decenas de vidas.

Sólo en el caso de la provincia almeriense, y en el sector del manipulado, desde la Federación de Trabajadores Agroalimentarios de UGT-Almería alertaron, en su momento, del despido prematuro de 20.000 empleados como consecuencia del brusco descenso en los volúmenes de trabajo. Precisamente por ello, la demora en la aprobación de estas concesiones para los trabajadores afectados puso en pie de guerra ya en el mes de septiembre a los sindicatos en la provincia de Almería, que consideraban que era necesario resarcir a estos empleados. Desde un primer momento, tanto UGT como CC OO exigieron al Ejecutivo que se contemplaran como jornadas completas trabajadas aquellas en las que sólo se había trabajado unas horas como consecuencia de la reducción drástica del volumen de trabajo en las comercializadoras hortofrutícolas y, ante la falta de respuesta, los sindicatos llegaron a plantearse, incluso, movilizaciones.



ISABEL FERNÁNDEZ