El delegado de la Consejería de Agricultura y Pesca, José Antonio Salinas, ha entregado resoluciones de ayuda a 29 Agrupaciones de Producción Integrada en Agricultura (API) de la provincia de Almería, para mejorar la calidad de la producción y de las frutas y hortalizas.

Estas API almerienses que participan en el programa de calidad ‘Producción Integrada de Andalucía' han recibido un apoyo económico que en su conjunto supera los 658.000 euros, casi el 40% de la inversión realizada por dichas agrupaciones, que asciende a 1,7 millones de euros. Las inversiones tienen por objeto la contratación de servicios técnicos, la realización de análisis agronómicos y controles por parte de entidades de certificación.

Estas ayudas se enmarcan en el Programa de Desarrollo Rural 2007-2013. Desde el año 2007 hasta 2010, estas 29 API han recibido algo más de 2 millones de euros en ayudas para la mejora de la calidad de sus producciones.

La inversión realizada por el sector hortofrutícola almeriense con el apoyo de las Administraciones públicas ha dado sus frutos, y en tan sólo cinco años la provincia ha pasado de unas 800 hectáreas de cultivos hortofrutícolas en producción integrada, a más de 21.000, un 75% del total de la superficie invernada. Esta ‘revolución verde', según ha destacado el delegado de la Junta, ha sido posible "gracias al esfuerzo conjunto de los agricultores y de la Junta de Andalucía, que en estos cuatro años han invertido en torno a 125 millones de euros, de los cuales, la Consejería de Agricultura ha aportado unos 46, incluyendo las subvenciones del Programa de Insectos Vectores del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino".

Producción integrada

La producción integrada es un sistema que impulsa el Gobierno andaluz a favor de una actividad agrícola respetuosa con el medio ambiente, de modo que se garantice la seguridad de los alimentos incorporando técnicas de control biológico de plagas, que reducen al mínimo el consumo de fitosanitarios. De esta manera se da respuesta a los consumidores, cada vez más exigentes con la calidad y la seguridad de los alimentos, y se fortalece su confianza en las frutas y hortalizas de Almería, confianza que fue puesta en duda hace unos años por culpa de unos agricultores irresponsables y temerarios que utilizaron productos fitosanitarios prohibidos para combatir unas plagas en sus cultivos.