Varios centenares de agricultores arrojarán 60.000 kilos de tomates, pimientos, pepinos, calabacines y otros productos hortícolas a las puertas de un establecimiento de la cadena de distribución Lidl en Almería, con el objetivo de denunciar la situación de precios hundidos que sufren estas producciones.

Los precios en origen de las hortalizas españolas no cubren desde hace meses los costes de producción, provocando una situación de falta total de rentabilidad que hace insostenible la actividad de miles de explotaciones.

A la crisis de exportación provocada por la E.Coli, se suman las malas prácticas de la gran distribución, que maneja a su antojo la cadena alimentaria y no permite a los agricultores cobrar un precio justo por sus productos.

Los agricultores acudirán en camiones volquetes y arrojarán toneladas de productos para reflejar una situación de ausencia total de rentabilidad de las explotaciones hortícolas, un sector que supone la mitad del empleo agrario en España, alrededor de 400.000 personas entre empleos directos e indirectos.

La importancia económica y social del sector hortícola español está en estos momentos en una situación muy frágil. El sector de frutas y hortalizas representa el 37% de nuestra producción final agraria, y produce 8.629 millones de euros al año, de los cuales exporta 3.745 millones de euros, contribuyendo de forma decisiva a equilibrar la balanza comercial.