La estrecha colaboración entre el área de innovación de la Fundación Tecnova y la Estación Experimental de la Fundación Cajamar se ha visto hoy impulsada con la firma de un convenio marco que pone negro sobre blanco la colaboración para llevar a cabo actividades conjuntas, relacionadas con la investigación y el desarrollo tecnológico en el ámbito de la horticultura protegida.  La directora general de la Fundación Cajamar, Carmen Mª Giménez, junto al presidente de la Fundación Tecnova, Emilio Martínez, y acompañados de la directora de la Estación Experimental, Mª Cruz Escudero y la gerente de la Fundación Tecnova, Mª Carmen Galera, han rubricado el impulso conjunto de la innovación en el campo almeriense con la cooperación en programas de formación de personal técnico y de empresarios hortofrutícolas. Además se fomentará la organización de actividades de divulgación para poner en valor el papel de la horticultura como actividad social y medioambiental responsable y generadora de riqueza económica.

Como primer proyecto enmarcado en este convenio se sitúa el ensayo de campo de un bioplaguicida ecológico compatible con lucha biológica para cultivos hortícolas. El objetivo de este ensayo, que verá sus resultados a principios de marzo, es la evaluación de la eficacia de distintas dosis de un nuevo bioplaguicida ecológico para combatir la mosca blanca. Con el desarrollo de las distintas pruebas se va a evaluar la mortandad que produce dicho producto sobre las poblaciones de insectos auxiliares más empleadas en los cultivos de hortícolas representativos de la zona bajo invernadero, en concreto para tomate, pimiento, calabacín y pepino.