El objetivo de estos programas es la planificación de la producción, la concentración de la oferta y la comercialización de los productos de los miembros de las organizaciones, la optimización de los costes de producción y la estabilidad de los precios de producción. Asimismo, se persigue la mejora de la calidad de los productos, el incremento de su valor comercial y la promoción de los mismos, ya sean frescos o transformados.

Otra de las características de estos programas es el apoyo a las medidas medioambientales y métodos de producción que respeten el medio ambiente y la prevención y gestión de crisis.

Para ello, los Programas Operativos incluyen inversiones relacionadas con el acondicionamiento de parcelas e invernaderos y la instalación de regadíos, maquinaria y

aperos, sistemas de trazabilidad, certificaciones de calidad, análisis, obra civil y equipos en las centrales de manipulación; promoción comercial y personal cualificado, entre otras.

En cuanto a la ayuda concedida por la Consejería, el 60% se destinará a la provincia de Almería y beneficiará a más de 8.000 agricultores. Le sigue la provincia de Huelva, a la que se destinará el 23% y beneficiará a más de 1.700 agricultores, y el 17% restante, unos 11 millones de euros de ayuda, se destinará al resto de las provincias y beneficiará a unos 10.000 productores de frutas y hortalizas.

En la actualidad, Andalucía cuenta con 106 OPFH reconocidas y una asociación de OPFH, que agrupan a unos 20.000 productores de frutas y hortalizas. Del total de estas organizaciones, 95 tiene aprobado un Programa Operativo. En concreto, en la provincia de Almería hay 42 Programas Operativos en ejecución; en Huelva hay 24; en la provincia de Sevilla hay 11 y en la provincia de Granada hay 10.

Para este año, el valor de la producción comercializada de las OPFH reconocidas en Andalucía se aproxima a los 1.700 millones de euros, lo que supone el 40% del valor de

las frutas y hortalizas producidas en la comunidad autónoma.

Características de las OPFH

Las OPFH son entidades asociativas con personalidad jurídica propia constituidas por productores de frutas y hortalizas o entidades que los agrupen, que deben reunir unos requisitos mínimos en cuanto al número de socios y el valor de la producción comercializada para poder ser reconocidas como tales por el Estado miembro. Asimismo, tienen que comprometerse a cumplir determinadas normas en relación con su objeto, organización y funcionamiento.