El acuerdo establece que la Unión Europea elimina los derechos de aduana aplicables al aceite de oliva procedentes de Marruecos, que a fecha de hoy se sitúan en el entorno de 1,25 €/kg, y además establece que la Unión Europea sólo podrá exportar a Marruecos, sin aranceles, 2.000 toneladas de aceite de oliva. Este mal acuerdo, por el que Marruecos podrá introducir en Europa todo el aceite de oliva que desee, es consecuencia de la diferente sensibilidad que tienen los países respecto al sector: para la Unión Europea no es un producto sensible mientras que para Marruecos se trata de un producto muy sensible.

Si bien es conocida la poca sensibilidad que tiene la Comisión hacia el aceite de oliva no entendemos el papel que ha jugado el Gobierno español en la negociación de este acuerdo, que ha llevado con total secretismo sin informar al sector del aceite de oliva en ningún momento. Así, en los últimos 8 años no ha habido ni una sola reunión del Ministerio con el sector para informar sobre negociaciones comerciales de la Unión Europea, ni siquiera para informar de las modificaciones que se están introduciendo en la reglamentación comunitaria. Por todo ello, es necesario exigir las responsabilidades políticas correspondientes a quienes han participado en estas negociaciones que sin duda suponen otro duro golpe para el sector del aceite de oliva.

Según datos del Comité Oleícola Internacional, COI, la producción media de Marruecos en las 3 últimas campañas ha sido de 130.000 toneladas, cifra que está creciendo de manera notable como consecuencia de los planes de apoyo a este cultivo puestos en marcha por el Gobierno marroquí. Actualmente, Marruecos exporta en torno a 25.000 toneladas, cifra que se incrementará de manera importante al eliminarse los aranceles.

La situación del sector del aceite de oliva está pasando por los momentos más difíciles de los últimos 15 años, con un nivel de precios en origen que está llevando a la ruina a buena parte de las explotaciones olivareras españolas. Este mal acuerdo de la Unión Europea con Marruecos no hará sino agravar aún más la situación. Hay que tener en cuenta que el cultivo del olivar tiene unos elevados costes de producción ya que requiere mucha mano de obra, y que esta es mucho más barata en Marruecos que en España y por tanto será muy difícil competir con un país con costes mucho menores que los nuestros.