Así lo ha manifestado el secretario andaluz de UPA, Agustín Rodríguez, en una rueda de prensa en Granada para presentar un anuncio publicitario de esta organización en el que denuncia las consecuencias del acuerdo y hace un llamamiento a la compra de los productos españoles.

Rodríguez ha dicho que este acuerdo de libre comercio es "desequilibrado" porque "no lo va a pagar el conjunto de la Unión Europea", sino las zonas donde se concentra la agricultura mediterránea, especialmente Andalucía y buena parte del Levante.

Además de perjudicar a la agricultura española y andaluza y beneficiar a países europeos como Alemania y Francia, el acuerdo es a su juicio "desproporcionado" porque el sector andaluz no puede competir con Marruecos en cuestiones como la presión fiscal o los salarios de "esclavo" del país norteafricano.

"Este acuerdo obedece al 'lobby' de presión de inversores, que no agricultores, que van a abrir la puerta a la especulación para introducir, vía Marruecos, las producciones de todo el Mediterráneo", ha indicado el secretario andaluz de UPA.

España exporta 17.000 millones de euros en frutas y hortalizas a la Unión Europea, de los que un tercio proceden de Andalucía, según Rodríguez, que ha advertido de que estarán vigilantes para que no se alteren los precios por las importaciones y para que lo que se introduzca desde Marruecos sea lo que se produce desde allí.

En el anuncio publicitario, el secretario provincial de UPA Granada, Nicolás Chica, y la vicesecretaria andaluza de la organización figuran desnudos de espalda (en los productos las etiquetas siempre están detrás) para lanzar al consumidor el mensaje de que se fijen en la procedencia del producto antes de adquirirlo.

Pretenden fomentar así la venta de los productos hortofrutícolas españoles por encima de los procedentes de Marruecos.

Para el secretario provincial, este tratado de libre comercio, que según estima la organización afectará primero a las producciones andaluzas de patatas y después a las de fresas y hortalizas, conllevará más paro, más competencia desleal y más inseguridad alimentaria.