A la situación de crisis generalizada que está viviendo la sociedad española en su conjunto, el mundo rural sufre en estos momentos una crisis aún mayor, prueba de ello es el descenso continuado de las cifras de renta agraria y el notable aumento del desempleo en el sector, con la rentabilidad de las explotaciones en mínimos históricos.

UPA pedirá a los grupos parlamentarios en el Congreso que "apoyen de forma decidida al mundo rural" y articulen medidas orientadas a resolver los principales problemas de agricultores y ganaderos. "El Parlamento puede elaborar leyes que no supongan un gasto para las arcas públicas y sienten las bases para asegurar la supervivencia del sector primario en España", ha explicado el secretario general de UPA, Lorenzo Ramos.

La organización ha destacado como ejemplo de estas medidas la Ley de mejora de la cadena agroalimentaria, que estaba en fase de negociación antes del final de la anterior legislatura. "El principal problema que tienen la agricultura y la ganadería en España es la falta de precios justos para nuestros productos, que, junto con la subida de los costes de producción, está llevando al mínimo la rentabilidad de las explotaciones", ha explicado Lorenzo Ramos. UPA trasladará a los grupos políticos la urgencia en la tramitación de esta norma que reequilibre la cadena agroalimentaria, reduzca los márgenes origen-destino y marque unas reglas del juego justas para productores, industrias, distribución y consumidores.

La reforma de la Política Agraria Común es otro de los retos a los que se enfrenta el campo en estos meses. La Comisión Europea ha presentado una propuesta de reforma de la PAC para el periodo 2014-2020 que ha generado un rechazo mayoritario en los agricultores y ganaderos españoles. Lorenzo Ramos trasladará a los portavoces de los Grupos Parlamentarios la importancia de presentar en Bruselas una voz común de todas las Administraciones, instituciones y organizaciones para defender los intereses de España en relación con las ayudas europeas.

UPA también explicará a las fuerzas políticas en el Congreso los efectos que está trayendo la sequía más grave de los últimos 60 años. El invierno "extraordinariamente seco" que sufre el campo tiene consecuencias "inmediatas y muy graves" sobre agricultores y ganaderos. El retraso en los cultivos, la disminución de rendimientos y cosechas y el incremento de los costes de producción, por la falta de pastos y por los costes de la campaña de riegos preocupan gravemente a los productores.