Así lo afirmó Paula Sacot, técnico de la empresa, durante la presentación llevada a cabo en la segunda jornada de ExpoLevante, titulada 'Biopropagación del Nesi en semillero para tomate'.

Gracias a esta 'fórmula', que Agrobío puso en marcha hace ya dos años junto con los semilleros Almeriplant, la empresa de control biológico ha logrado poner fin a uno de los problemas más habituales con este depredador natural y que no era otro que sus dificultades de instalación. En este sentido, Sacot explicó que, según su protocolo, "el Nesi se suelta en el semillero una semana antes del trasplante" y esto trae consigo que la instalación posterior en el cultivo, ya en el invernadero, "se adelante entre un mes y medio y dos meses". Asimismo, "conseguimos una distribución más homogénea en el invernadero, ya que el Nesi se reproduce en todas las plantas". De este modo, "aseguramos el éxito en tomate", afirmó.

Las mayores dificultades para la instalación de este depredador natural tenían lugar "en los meses de invierno", explicó Sacot; de ahí la importancia de la suelta en semillero, ya que "es en el semillero donde la hembra pone los huevos y, ya en el invernadero, nacen y se desarrollan las ninfas". Y es que está demostrado que es entre los 25 y los 30 grados centígrados cuando se puede garantizar una mayor supervivencia de insectos y, además, una menor duración de su desarrollo.

Las dificultades de instalación de este depredador natural en el cultivo de tomate provocaron que la lucha integrada se convirtiera en un método 'poco querido' por lo agricultores. Sin embargo, en la actualidad, y gracias a soluciones como la de Agrobío, en torno al 80% de los cultivos de tomate de Almería ya se hacen con prácticas de control biológico.



ISABEL FERNÁNDEZ