En el caso de la sandía rayada, ésta ha pasado de venderse a 0'42 euros el kilo, hace un año, a apenas entre 0'24 y 0'28 euros por kilo en esta campaña.

Entre las causas de estos bajos precios, el informe de la Administración andaluza se refiere, por un lado, al aún poco interés del mercado nacional por esta fruta, aunque éste "aumenta lentamente", y, por otro, a que, "en los mercados internacionales, las condiciones climatológicas no favorecen el consumo de este producto"; de hecho, el informe explica que el clima en Centroeuropa en los últimos días se ha caracterizado por "un tiempo variable, presencia de lluvias y temperaturas que no llegaron a superar, en líneas generales, los 20ºC y que han frenado especialmente el consumo de sandía".

Consecuencia de todo esto, "en determinadas fincas de sandía negra con semillas se ha ralentizado el corte del producto ante la baja demanda de este tipo de sandía". En cualquier caso, "los tipos rayada y negra sin semillas están teniendo mayor aceptación" tanto en los mercados de exportación como en el mercado nacional.



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